La chica de los ojos verdes

Cpaitulo 8:

-¿Entonces?

-¿Ha?

         El profesor me mira decepcionado y repite la pregunta

-La verdad no se- le digo antes de que termine.

-¿Pone atención alguna ves en clases? ¿Para que viene al colegio?- dice mirándome fijamente.

         Yo me limito a bajar la vista, tiene razón no me puedo concentrar en clases, ¿Pero como hacerlo si cuando cierro los ojos lo único que veo es esos ojos verdes analizándome?

         Saco su nota del bolsillo, leo y releo las palabras, es divertido como seis palabras te pueden hacer sentir mejor. 

         Miro mi reloj solo 5 minutos y la podre ver otra vez, esta vez estoy más preparado y no estoy nervioso, miro la hora otra vez solo dos minutos, hasta el tiempo pasa rápido, todo quiere que yo la vea otra ves, no puedo ser mas feliz.

         Antes de poder pensarlo bien suena el timbre y yo corro afuera, no me perderé ni un segundo hoy día.

         Llego a la esquina y espero impaciente, cuando la veo acercarse me relajo y me pongo en una posición cómoda y trato de borrar la sonrisa estúpida que tengo en la cara pero sin resultados. Esta cerca ahora,  lo suficiente como para hablarle pero antes de que la palabras dejen mi boca ella  pasa a mi lado pegándome en el hombro y sigue su camino.

         Se me cae el alma, ella ni siquiera me miro, toda mi confianza se va, fue todo una engaño, quizás no se llame cristina, quizás lo hizo solo para divertirse y mirar como me destruyo.

         Pero no, no me lo creo algo debe pasar, todos tienen problemas ella también tiene que tenerlos.

Doy vuelta en la esquina y me asomo al pastizal allí  estaba ella sonriéndome otra ves, l miro con una mescla de confusión, ira y preocupación, pero ella sigue con una sonrisa en la cara, algo no esta bien.

-¿Estas bien?-pregunto un poco desconfiado.

-Pues claro ¿que habría de mal?-dijo aun sonriendo.

         No tengo que conocerla para saber que estaba nerviosa su voz se quebraba un poco y miraba constantemente a los lados, pero aun así su voz era perfecta.

         Justo cuando voy a de un paso hacia adentro ella corre hacia mi y me da un gran abrazo que tardo unos momentos en regresar, la separo un poco de mi y veo que llora asique la vuelvo apretar.

-Te tienes que ir aunque me encantaría que te quedaras- dijo rápidamente, yo no sabia que decir, se separo un poco de mi-No vuelvas acá por nada del mundo ¿Entendiste?

-Hee… si creo- dije dudándolo un poco.

-Tienes que prometérmelo-dijo mientras las lagrimas volvían a brotar de sus ojos.

-Lo prometo-fingí seguridad en mis palabras y al parecer ella se las creyó.

         Me volvió a abrazar con fuerza y aunque nunca nos hubiésemos separado de verdad se sentía bien tenerla entre mis brazos de nuevo

-No me olvides, yo jamás te olvidare-susurro a mi oído y se fue dejándome solo, se giro para mirarme una ultima ves y yo retrocedí unos pasos porque algo me dijo que tenia que hacerlo, que ella quería que lo hiciera.

         Me empecé a alejar rumbo a mi casa aun confundido por todo lo que había pasado en los últimos 5 minutos, di vuelta en una esquina cuando escuche ese grito.