La chica de los ojos verdes

Capitulo 12:

Mire la bandeja que contenía mi desayuno, y vi con desgana las píldoras de colores a un lado de mi jugo. Suspire, y las tome en mis manos.

“Te harán sentir mejor”

Las palabras de mi mama rebotan en mi cabeza, esto lo hago por ti, por nadie más, yo estoy bien.

Pongo todas al mismo tiempo en mi boca y su sabor amargo me embarga, tomo el jugo y finjo tragarlas, mi cara de asco es notable y sé que mi mamá lo nota. Trato de dibujar una sonrisa en mi cara pero resulta como una mueca.

A penas mi mamá se da vuelta dejo caer las píldoras en mi servilleta, las guardo en mi bolsillo y sigo desayunando. Esto ya se hace rutina.

En pocos minutos estaré en el colegio otra vez y tendré que soportar la salida y saber que ella no estará allí esperándome. He cumplido mi promesa, no he vuelto al pastizal, aunque se me hace difícil no mirar atrás una vez pasado por enfrente.

Desvié mi mirada a mi tostada medio comida, ya no tenía hambre, levante la vista hasta los ojos de mi mamá, ella me miraba cuando creía que yo no ponía atención, pero siempre sentía su mirada en mí, sus ojos reflejaban preocupación.

-N-no… No quiero más.

         Pude ver como se rompía por dentro, yo casi no comía y se estaba empezando a notar.

-Un poco más-me dijo detrás de un sonrisa falsa.

-Pero no tengo hambre mamá, te lo juro.

         Si, estaba teniendo esta conversación como un niño pequeño, pero no lo podía evitar, no tengo hambre y no puedo comer.

-Está bien- dijo al final suspirando- sube al auto rápido que llegamos tarde.

         Ahora mi mamá me llevaba y recogía del colegio, eso me ahorraba cinco minutos, aunque sentía que era el único que aun dependía de su mama.

         Subí al auto y en menos de lo esperado llegamos al colegio, me baje despidiéndome y prometiéndole a mi mamá que me comería todo mientras evitaba la mirada de Fernando que estaba sentado al volante.

         Suspire fuertemente antes de dar el último paso para entrar a la sala, tarde y en historia, que mejor.