Oscuro.
Silencioso.
Intimidante.
Esas pudieron haber sido las primeras palabras que pensó ese tres de agosto, cuando se sumió en la creencia de que su vida era normal, y que todo se arreglaría.
Aunque no fue así.
Simplemente levantó sus parpados y quedo inmóvil. Como si miles de pequeñas cuerdecitas lo ataran al suelo.
David despertó una tarde, quizás soleada, en un pasillo como cualquiera.
Comenzó a revisar su alrededor; como cualquiera.
Y finalmente intento despegarse de las frías baldosas del suelo; como cualquiera.
Sin embargo, le resultaba imposible.
Su cuerpo no daba para si y el esqueleto pesaba más de lo normal.
Algo no iba bien, ese pasillo negro e inquietante no era un lugar en el que le gustaba estar. Era demasiado familiar; paredes oscuras, suelos tanto brillantes como resbaladizos y sin poder olvidar las bombillas destrozadas que colgaban desde un techo tan alto que nunca llegaríamos a alcanzar.
Su vista se torno nítida.
En pocos segundos, notó la presencia de alguien mas.
Estaba rodeado, de sombras, sombras que apenas conseguía distinguir, con unos luminosos ojos.
Unos eran blancos, otros eran verdes e incluso algunos, parecían tener un tono rosado.
Todos parecían iguales, todos lucían cual sucias ratas adentro de sus sucias alcantarillas.
David odiaba las ratas.
Poco a poco, mas figuras de mirada fulgurosa se fueron acomodando para observar a aquel curioso niño de doce años pegado al suelo. Inmóvil.
El no entendía que tenía de especial.
Aquellas cosas translúcidas comenzaban a tomar formas raras sin ningun sentido, para posteriormente seguir vigilandolo sin aparente razón.
"Quizás es por mis pecas"- dijo nuestro protagonista para si mismo.
"o por mi cabello pintado, a lo mejor nunca vieron uno así".
Y se levanto.
Ninguna de las criaturas se inmuto ante este brusco acto llevado a cabo por el pequeño "terrícola"
Aún le dolía todo.
"¿POR QUÉ?"
Ese fue el único pensamiento presente en su mente durante su larga y dura estancia en ese lugar en concreto.
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Aquel lugar en concreto.
Mystery / ThrillerDavid Bennet es un niño normal. O lo era. Aunque quizás nunca lo fue. ¿Es él siquiera el protagonista de esta historia?