Capítulo 27

26 3 0
                                    

Pensaba que al leer el diario de Daniel me daría alguna pista del por qué sigue aquí, pero no, solo habían recuerdos con su familia, ¡demonios! El chico tenía buena memoria. Suspiré pesadamente. Alguien se acomodó a mi lado. Eran aproximadamente las ocho de la noche.

-¿Encontraste algo?- Preguntó Daniel.

-No.

  Se acostó en mi cama.

-He pensado que tal vez sigo aquí porque en parte no acepto que estoy muerto.

-No creo que sea eso.

-La verdad ya no sé, quisiera poder recordar.

-Tranquilo, yo te ayudaré, ¿lo olvidaste?

  Sonrió.

Su tic de nuevo, creo que ya me está preocupando.

>>También te ayudaré con tu tic.

  Empezó a reírse.

¿Y ahora qué dije?

-Creo que dependo demasiado de ti.

-No es ningún problema.

-Muero de hambre.

  Me le quedé viendo. Empezó a reírse.

Creo que debe ir a un manicomio.

-¿Acaso puedes tener hambre?

-No.

  Hundió su cabeza en mi cama. Abrieron la puerta.

-Hola cariño -dijo mamá- siento interrumpir tu charla por celular, pero tu padre y yo saldremos a comer, ¿vienes con nosotros?
 
¿Charla por celular? ¡Espera un momento! ¡Daniel está en mi cuarto y mi madre lo puede ver!

  Me paré alarmada.

>>¿Estás bien cariño?

  Volteé a ver a Daniel.

¡Qué inteligente Nataly! Cierto, Daniel es un fantasma y no lo puede ver.

-No, no es nada, es solo que me asustaste.

-Oh, lo siento cariño, ¿entonces vienes?

-Mejor otro día.

-Bueno.

-Que se diviertan.

-Gracias.

  Cerró la puerta y suspiré.

-Por poco.

  Daniel se rió.

En serio creo que consideraré llevarlo a un manicomio.

Deseo que seas real (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora