England & bitches

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Los días pasaron y con ellos las semanas... En las demás fechas no sucedía nada "importante", James y yo salíamos a cenar cuando podíamos o sino íbamos a algún lugar solo los dos pero eso dependía del itinerario, parecía que íbamos a algo exclusivo.

Esta noche íbamos a mi país natal: Inglaterra y también a Newcastle donde nací y crecí,  estaba muy emocionada por ver aunque sea un segundo a mi familia de nuevo.

Al llegar al hotel dejamos nuestras pertenencias e inmediatamente fuimos a recorrer las calles en lo que íbamos al estadio. James y yo íbamos de la mano, hablábamos de cualquier cosa (hasta de un señor paseando un montón de perros) parecía un día cálido aunque no sea tan común en Londres.

―Cait, tengo algo que decirte...

Y en eso un grupo de chicas llegó fangirleando y empezaron a tomarse fotos (que yo tome) interrumpiendo lo que sea que iba a decirme James, estaba feliz pero a la vez intrigada por saber que me hubiese dicho sí aquellas chicas no hubiesen llegado. Aquellas chicas se veían muy emocionadas e hizo que me emocionara también, tenían un no-se-que que irradiaba alegría, mariposas y amor para todos.

―¿Son novios? ―dijo una de las chicas.

Ambos nos miramos sin saber que responder ―Podría decirse que sí... ―puse mi mano como si fuese a decir un secreto― Aún falta la proposición de cierta persona.

―Deberías proponerte que te ganan ―le dijo la chica a James.

―Pronto ―dijo James y las chicas se emocionaron.

Nunca había convivido con una chica que quisiera que ambos fuéramos pareja y tal vez aquellas chicas fuesen el empujón que ambos (o James) necesitábamos así que esperemos que James "de el siguiente paso" porque sino lo haría yo. Aquellas tres chicas me agradaron y mucho, minutos después se despidieron y siguieron fangirleando por el camino mientras que nosotros nos fuimos por el nuestro, caminamos por varias calles más sin algún rumbo en particular, solo queríamos estar los dos juntos o por lo menos ese era el plan...

―¡Hola chicos! ―dijo una chica con voz (muy) aguda.

Ambos nos giramos hacía aquella voz ―Hola Isabelle ―dijo James.

Isabelle. ¿Qué hacía ella? Sabíamos que viajaba por el mundo ofreciendo sus servicios de puta... no, lo último no, no lo siento. ¿POR QUÉ DE TODOS LOS LUGARES DEL MUNDO TENÍA QUE VENIR A LONDRES? ¿POR QUÉ?

―¿Qué haces aquí? ―dije con una sonrisa falsa.

―Oh estaba por aquí, los vi y vine a saludar. ¿Cómo están?

Cuando dije a que haces aquí me refería a aquí en Londres aunque estámos muy bien, los dos, James y yo. SOLOS. JUNTOS. EN PAREJA. SIN TERCERAS PERSONAS. ¡VETE CARAJO! Ya nos saludaste así que te invito a que te largues antes de que te corra a patadas.

Isabelle se puso entre los dos y nos cogió de los brazos haciendo que camináramos, seguramente solo me tomó por James aunque no me hablaría como la otra vez pero mejor para mí así no le diría que era una perra y la quería a 20,000 metros debajo del suelo, la enviaría con mi mejor amigo Snow y la mandaríamos a los juegos del hambre a ella sola con muchos mutos y no le pondremos el contador para que vuele en pedazos y podamos bailar sobre sus entrañas para después dárselas de comer a los mutos ¡NO, NO, NO! Pobres mutos, morirían intoxicados.

Y así fue como Santa Claus salvó a la calabaza de los unicornios sensuales voladores que hacen popo de arco-iris con swag.

―...por eso deberíamos cenar juntos todos ―terminó de decir Isabelle.

Summer Break TourDonde viven las historias. Descúbrelo ahora