Nos bajamos de su auto y caminamos hasta el local, se veía muy elegante y caro por lo cual al principio me sentí incómoda. A comparación de la gente que había en el lugar yo vestía con arapos pero ¿Saben algo? Chris no estaba usando una ropa elegante, se veía bastante casual a decir verdad.
— ¿No crees que es mejor no gastar mucho? Ya sabes... Ésto no se ve muy econo —Solté apuntando a un platillo en el que venía un capuccino/frapuccino, un trozo de torta y cuántas cosas más, ese había pedido Chris para ambos.
— No hay problema, es el lugar más caro al que he ido, no te preocupes —Sonrió cálidamente y posó su mano sobre la mía repartiendo caricias con su dedo, levanté la mirada por sobre la carta y oculté mi sonrojo con éste.
— Bueno... —No muy convencida acepté y esperamos a que llegasen los pedidos, cuando llegaron no perdimos tiempo y disfrutamos de los sabores mientras charlabamos.
— Dime, [____]... ¿Cuál es el mayor logro que has conseguido en la vida? —Bebí un sorbo de frapuccino y lo miré fijamente con una muy leve sonrisa, amaba las preguntas.
— ¿Mi mayor logro? Creo que ha sido estar aquí, en Estados Unidos —Miré hacia un algo imaginario mientras lo pensaba— Sí, eso sería. ¿Mi turno? Bien, ¿Tienes o has tenido alguna mascota que sea muy especial para ti?
— Tengo un perro llamado Dodger. —Un brillo se vió en sus ojos, se notaba que lo quería mucho— ¿Tienes mascotas?
— No, no tengo espacio ni dinero para ello. —Contesté suspirando y viéndolo probar un croissant, hasta comiendo se veía bien ¿Eso era posible?— Pero algún día tendré.
— Eso es lindo. Eh, [____] —Acercó su mano y limpió mi labios con su pulgar quitando el resto de crema pastelera que quedó. Podría apostar que era todo un tomate luego de esa acción— Tenías una pequeña mancha en los labios.
— Gracias... —Miré sus labios y luego de estarle buscando alguna cosa descubrí una diminuta miga de croissant, aproveché su distracción al recibir un mensaje de texto y me acerqué a él, sin aviso le besé la comisura del labio donde se hayaba el diminuto objeto quitándoselo de ahí.
Su rostro de sorpresa merecía una foto, definitivamente no se lo esperaba.
Apenas terminamos de desayunar nos fuimos a buscar el vestido para la noche, no sabía qué clase de vestido sería, no tenía ideas en mente pues ya con el bolso me había quedado anonadada por el gesto. Hasta ahí la compañía de Chris era muy acogedora y me sentía muy cómoda, ambos vestíamos muy casuales, así que nadie me veía extraño (más allá de verme tanto por ir con él)
Al llegar a una tienda con miles de atuendos en las vitrinas entramos y una mujer de unos 40 y pico se acercó— Chris, hace mucho que no te veía por aquí. Mírate, con una chica muy bonita y se ven muy tiernos juntos.
— Hola, Clarice, ella es [____]. No es mi novia, es una amiga muy cercana —Sonrió él mostrando sus blanca dentadura, yo imité el gesto y también le extendí mi mano a la mujer para saludarla.
— Es un gusto conocerla, Clarice —Estrechó mi mano muy amistosamente y soltó una sonora carcajada mirándome.
— Eres muy dulce, me alegra que compartas vida con Chris. El gusto es mío, sólo trátame de “Tu” —Contestó para luego hacernos la pregunta perfecta— ¿Qué se les ofrece en ésta ocasión?
— Estamos buscando un vestido para ella —Habló el rubio poniendo su mano en mi espalda, Clarice dijo un “Siganme por aquí” para llevarnos a la sección de vestidos de gala y cosas así.
Habían muchísimos diseños, todos los colores y texturas, muy hermoso. Me comencé a pasear por el lugar buscando alguno que llamase mi atención hasta que mis ojos encontraron uno azul muy elegante, literalmente corrí hasta él tal como lo haría una niña pequeña por un juguete.
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¿Sugar Daddy? «Chris Evans y tu»
Fanfic¿Y si tus padres te dejaran en un país desconocido a tu merced luego de un grave malentendido? ¿Y si no puedes encontrar trabajo? ¿Y si la única opción que te queda es ser una Sugar Baby? La vida de [____] toma un giro inesperado tras perder todo co...