Capitulo 5

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Pov Calle
Cuando llegue a la recepción empecé a buscar a aquella chica que me hizo sentir tantas cosas la primera vez que la vi en la calle, sin embargo, después de estar buscando y recogiendo la recepción como una tonta, no la encontré por ningún lado, salí del edificio y la busque con la mirada por la banqueta, pero nada, supuse que ya se había ido, así que muy decepcionada volví a entrar y vi a Juana en su escritorio y después de pensarlo por un momento, me atreví a ir con ella y hablarle, y no digo que me atreví porque le tuviera miedo, sino que si le preguntaba por su amiga, tal vez después le advertiría el tipo de persona que soy, y temo que aquella chica no quiera hablar conmigo

- Hola Juana, quería preguntarte si sabes donde esta tu amiga con la que llegaste hace rato, la chaparrita de pelo azul - dije sonriendo, la verdad no le solía pedir cosas a las personas tan amablemente, siempre trataba de buscar una solución por mi misma y no demostrar que necesitaba de los demás, pero en esta ocasión en verdad quería saber acerca de esa chica, era como una necesidad indispensable en este momento, y no sabia porque si ni siquiera conocía su nombre.
Calle se quedo un poco asombrada ante mi comentario y después de un rato por fin contesto un poco nerviosa

- Amm, no, no se donde esta, porque? - dijo intrigada
- Solamente tenia curiosidad. Aun así, gracias - dije un poco frustrada y me aleje de ella con dirección al ascensor.

Se notaba a kilómetros que mentía y que sabia exactamente donde estaba. Me moría de rabia en ese momento, sabia que Juana me odiaba pero no tenia el derecho de Mentirme, esto no se trataba de ella. Sin darme cuenta, estaba tan enojada que antes de entrar al ascensor regrese a su escritorio y le dije seria:

- Mira, se muy bien que tu me odias, pero no tienes porque Mentirme, yo no quiero hacerle nada malo a tu amiguita, y ella ya esta muy grande como para que la estés cuidando, no cres? Apuesto a que ella moriría de ganas por conocerme, pero tu le vas a quitar esa oportunidad, como te sientes al respecto eh? - dije gritando sin darme cuenta que todos en la recepción nos estaban mirando.

Se que había sonado un poco creída y arrogante, pero en verdad quería conocer a esa chica, hablar con ella y poder observar de cerca sus ojos verdosos, y el solo hecho de pensar que Juana me hiba a impedir eso me ponía muy enojada, porque a mi nadie me negaba e impedía nada. Juana solo se quedo callada mirando a nuestro alrededor y al percatarse de que todos nos miraban se puso un poco nerviosa e intimidada, miro hacia el piso y yo me aleje de nuevo con dirección al ascensor, al cual entre rápidamente para ir a mi apartamento.

Solo quería llegar lo mas rápido posible y acostarme a dormir un poco, haber si así me calmaba, pero entonces, las puertas del ascensor se abrieron en el segundo piso y ahí estaba aquella chica parada en frente de mi, no podía creerlo, se veía igual de hermosa que hace rato, la mire detenidamente de arriba a abajo y contuve mis ganas de morderme el labio inferior. Las puertas del ascensor se hiban a cerrar y yo las detuve con las manos, al parecer ella también se había quedado petrificada al verme, ya que no se había movido por un buen rato y solo me veía fijamente a los ojos

- Vas a entrar? - pregunte sonriendo.
Toda la debía y el enojo que antes sentía, se había esfumado en segundos con solo verla
- A.. a... Si, lo siento - dijo tartamudeando un poco. Su voz era como la de una niña, pero grave a la vez, era hermosa igual que toda ella.

Entro al ascensor y presiono el primer botón, quedando a mi lado derecho.
Después de un rato de silencio y de estar la observando, dije:

- Daniela Calle - le estire mi mano, presentándome
- Maria Jose Garzón - dijo un poco insegura sin hacer contacto visual con migo y estrecho mi mano. Cuando hizo esto, todo mi cuerpo se estremeció y mis piernas empezaron a temblar de... Nervios, tal vez?, no se, era extraño. No podía creer todo lo que provocaba en mi con solo un contacto de manos, el cual lamentablemente  termino segundos después, cuando ella retiro su mano, dejándome un poco vacía
- y dime, Magia Jose... - empecé a decir. Estaba sumamente nerviosa y no sabia porque, yo siempre había sido muy buena coqueteando, pero con ella era diferente - ... ¿Cuantos años tienes? - ¿que pasa conmigo? ¿Porque le pregunte eso?, no tiene sentido ¿quien pregunta eso al coquetear con alguien? Encerio estaba nerviosa y ella solo puso una cara extrañada, pero aun así contesto:
- 19 - fue lo único que dijo en tono serio
- ¿ y estas visitando a tu amiga Juana en el trabajo?  o ¿estas haciendo un reportaje del edificio para tu universidad ? Porque si ese es el caso, yo podría mostrarte todo aquí, incluyendo mi apartamento, para complementar tu investigación, claro - dije casi susurrando y mordiendo mi labio inferior, mirándola fijo a los ojos. Note que ella se puso un poco nerviosa y sonrojada, así que solo respondió:
- Amm, gracias pero en realidad no voy a la universidad, empecé a trabajar aquí para poder ahorrar para una - dijo mirando al suelo y yo solo me quede asombrada ante su comentario, trabajaba aquí? Esto seria mas divertido de lo que pensé, ya había estado involucrada antes con  empleadas de aquí, y admito que no había terminado muy bien, pero con ella era diferente,  tal vez hasta podria aceptar tener sexo con ella dos veces, como lo hago con muy pocas chicas.
Tome con mi mano su barbilla delicadamente y eleve su cabeza para que me mirara, y si, ahí estaba de nuevo el escalofrío al hacer contacto con su piel
- ¿Enserio trabajas aquí? - pregunte sorprendida mirando fijamente sus hermosas ojos verdes. Ella solo asintió, aun un poco sonrojada y yo trataba de seguir la conversación aunque fuera difícil, ya que ella no hablaba mucho, tal vez por que era muy tímida o porque simplemente no quería entablar conversación alguna conmigo
- ¿En que trabajas? - solté su barbilla pero ella seguía mirándome
- Soy la recepcionista de Juan Pablo Jaramillo - dijo casi en un susurro
- Es un muy buen chico, seguro te divertirás mucho trabajando aquí, y no solo por el - le guiñe mi ojo izquierdo y salí del ascensor al observar que las puertas de este se  abrían. Ya afuera, le dije:
- Fue un placer conocerte Maria Jose, espero verte mas seguido por aquí - le Sonreí y ella solo se me quedo mirando fijo a los ojos.

Las puertas del ascensor se cerraron y me quede un rato parada enfrente de este pensando en lo que había ocurrido y empecé a caminar a mi apartamento. Esa chica era encerio hermosa, no podía creer lo que producía en mi.

Pov Poché

Al terminar de leer el contrato de trabajo, lo firme rápidamente ya que no vi ninguna duda y se lo fui a entregar a Paula a su oficina, la cual como había dicho estaba enfrente de la  mía. Toque despacio la puerta y la abrí lentamente, la salude muy amable y le entregue mi contrato. Rápidamente salí de su oficina, la cual era igual a la mía y me quede un rato parada en el pasillo pensando en que hiba a hacer ahora, no tenia trabajo que hacer, ya que Juan Pablo se había ido a su junta con Sebastian y Mario y no me había dejado ninguna instrucción o trabajo en especifico. Tampoco tenia mis cosas para acomodarlas en mi oficina, así que decidí dirijirme a la recepción para decirle a Juana que había conseguido el trabajo, ya que ella aun no lo sabia. Sin pensarlo dos veces, ya me encontraba en frente del ascensor  esperándolo, y cuando este abrió sus puertas me lleve la sorpresa de mi vida, ahí estaba ella, ahí estaba Daniela. Yo solo me quede parada aun en el pasillo y con los ojos abiertos como platos. Note que ella me miro de arriba a abajo detenidamente por un tiempo y yo me le quede mirando los hermosos ojos cafes con los que cargaba.

- ¿Vas a entrar? - dijo deteniendo las puertas del ascensor, impidiendo que estas se cerraran
- A.. A... Si, lo siento - respondí nerviosa y ella solo sonrió.
Por dios, su sonrisa era mucho mas hermosa de cerca, y no porque no lo fuera de lejos, sino que ahora la podría examinar mas detenidamente.

Se había cambiado de outtfit, ahora traía puestos unos jeans negros con una blusa blanca que dejaba ver sus hombros, los cuales lucían brillantes y morenos. Por ultimo, tenia unos vans rojos y unos aretes de aros muy bonitos.

Ya adentro del ascensor presione el primer botón para ir a la recepción y note que Daniela me veía directo a los ojos. Me puse muy nerviosa y ruborizada, lo cual creo que noto y solo sonrió

- Daniela Calle - dijo estirando su mano para presentarse muy amablemente
- Maria Jose Garzón - dije estrechando su mano y en ese momento sentí una chispa electrizante que hizo que todo mi cuerpo se pusiera tenso
- y dime, Maria Jose... - empezó a decir y después de un rato, termino su frase - ... ¿Cuangos años tienes? - me sorprendió su pregunta un poco inusual, pero aun así le conteste secamente:
- 19 - trataba de no alargar la conversación, sabia de lo que era capaz esa chica y no  quería caer ante sus coqueteos
- ¿y viniste a visitar a tu amiga Juana en el trabajo? O ¿estas haciendo un reportaje del edificio para tu universidad? Porque si ese es el  caso, yo podría mostrarte todo aquí, incluyendo mi apartamento, para mejorar tu investigación, claro - ahí estaba ya con el coqueteo, no podía creer como había llegado hasta este punto aun tratando de evitarlo, sin dudas era buena en esto, pero no hiba a caer tan fácil en sus engaños, no me lo permitiría. Me sonroje un poco y me puse muy nerviosa, pero  al fin conteste:
- Amm, gracias pero  en realidad, no voy a la universidad, empecé a trabajar aqui para poder ahorrar para una - dije un poco apenada y mirando hacia el suelo, ella tomo mi barbilla y alzo mi mirada, haciéndome sentir de todo al tener contacto con sus ojos y con su tacto, era una sensación inexplicable
- ¿Encerio trabajas aquí? - preguntó sorprendida y yo solo asentí, soltó mi barbilla y siguió - ¿en que trabajas?
- Soy la secretaria de Juan Pablo Jaramillo - se sorprendió aun más
- Es un muy buen chico, seguro te divertirás trabajando aquí, y no solo por el - me guiño el ojo izquierdo y me volví a poner nerviosa y ruborizada, no podía creer que con cualquier palabra i gesto ella lograra ponerme así de nerviosa en cuestión de segundos. Para mi suerte el timbre del ascensor sonó y se abrieron las puertas de este
- Fue un placer conocerte Maria Jose, esperó verte mas seguido por aquí - dijo mirándome fija a los ojos y sonriendo ya afuera del ascensor. Yo me quede perdida en su mirada de ojos café claro y cuando las puertas de este se cerraron, dejándome sola con mis pensamientos, solté un enorme suspiro. No sabia porque esa chica producía tantos nervios y escalofríos en mi, y sinceramente, creo que ni yo quería averiguarlo.

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Mas allá de una noche - CachéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora