HISTORIAS DE TODO TIPO

"Tú ángel guardián"

  Voy caminando, apenas está oscureciendo y comienza a llover, escucho pasos que se acercan por detrás de mí, aprieto un poco el paso y saco las manos de mi bolsillo por si es un asaltante.

Me detengo, los pasos detrás de mí se detienen. Volteo, pero mi sorpresa es que detrás de mí no viene nadie, me empiezo a desconcertar... ¿Habrá sido un producto de mi imaginación? Sigo caminando, esta vez voy un poco más rápido, los pasos detrás mío siguen. Un escalofrío rodea mi cuerpo. Estoy comenzando a asustarme, ¿qué o quién será? No lo sé y no quiero investigarlo. Estoy a unas calles de mi casa, así que empiezo a correr y los pasos detrás mío lo hacen también. Por fin llego a mi casa. Siento un pequeño alivio, pero también una angustia... ¿Seguirá afuera esa cosa que me seguía?

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Son las dos de la mañana, no he podido pegar el ojo. Siento que alguien me observa, siento que alguien más está aquí, no me siento solo. Tal vez es porque estoy cansado.

Me levanto a fumar un cigarrillo, hacía mucho que no fumaba pero los nervios invaden mi cuerpo, me asomo por la venta y alcanzo a ver una sombra fuera de mi casa. No alcanzo a ver bien qué es, quién es. Pero esto no deja de verme, lo sé porque la luz del faro fuera de mi casa alumbra sus ojos, unos ojos rojos penetrantes. Lo miro fijamente, estoy petrificado del miedo. No sé con certeza qué es, lo único que sé es que lleva tiempo ahí. Apenas aparto mi vista y desaparece, ¿a dónde fue?


Me recuesto de nuevo, intento dormir tratando de no pensar más en eso. Pocos minutos después me quedo dormido, pero al instante me despierta un ruido: la puerta de mi habitación se ha cerrado de golpe. ¿Pero cómo? Mis ventanas están cerradas para que haya sido el aire. Me empiezo a alterar, hay alguien aquí, siento su respiración tras de mí. Volteo y me quedo horrorizado... ¿Qué es eso?

Una silueta femenina me mira con aquellos ojos rojos penetrantes. Está completamente desnuda, pero su cuerpo luce deshecho, descarnado; se le pueden notar parte de sus huesos, su carne podrida y desprende un olor asqueroso.

Con una voz temblorosa le pregunto: "¿Qué eres? ¿Qué haces aquí?".

Ella solo me mira y sonríe, una sonrisa demasiado perturbadora. No es normal, nada de esto es normal. Ella me contesta con una voz sutil:

"Soy aquello que te toca mientras duermes, que te observa mientras estás frente a tu computadora, soy quien está detrás tuyo mientras te lavas el cabello, estoy en la oscuridad observándote fijamente cuando duermes y cuando no. Puedes llamarme tu ángel guardián. Después de todo, lo soy..."