Nuestro Destino.

Conversación entre amigas.

¿Qué les puedo decir?

Realmente, no sé cómo poder narrar del todo bien todo lo que ocurrió en éste tiempo, pero debo intentarlo. Después de todo, si han llegado hasta éste punto es porque mí vida realmente les parece interesante.

Durante todo el mes de Enero estuve con mi familia, estuve trabajando de modo realmente duro y cansado.

Podrán pensar que debido a tanto trabajo, en las noches lo único que quería era dormir y que me quedaba dormida de inmediato, lo cual sería algo normal. Pero no, no fue así.

No podía dormir, supongo que tanto trabajo me daba un poco más de estréss y eso me quitaba el sueño. Además, a veces soñaba con Ross, lo veía conmigo, era hermoso, pero al despertar la realidad me golpeaba al darme cuenta de que estábamos aún separados. Lo extrañaba, quería verlo, quería hablarle... realmente lo empezaba a necesitar, era importante para mí.

—...—

Cuando llegó el día en el cual debía volver (Calum compró los boletos, había sido muy atento con ella durante todo ése tiempo)

—¡Quiero ir contigo! ¡te extrañó, hermana! —lloraba Auggie. Laura también lloraba.

—Tienes que quedarte aquí.

—¡Pero no quiero!

Ella se agachó a la altura de su hermanito, le dio un abrazo y luego lo tomó por los hombros para decirle:

—Necesito de un hombre fuerte y valiente que cuide a nuestros padres mientras yo no estoy, ¿puedo contar contigo?

—¡Siempre!

La despedida con sus padres tampoco fue bonita, todos lloraban. Estaba claro que nadie quería despedirse, pero era algo necesario. Triste, pero necesario.

—...—

Al llegar a su departamento, se sorprendió un poco al ver a Raini ahí.

—¡Laura! —su amiga corrió a abrazarla y besó su mejilla —. Estaría realmente enojada contigo si Calum no me hubiese contado que fuiste con tus padres. ¡Cuéntame! ¿cómo están?

—Ellos están trabajando mucho, pero al menos están bien —Raini asintió.

Ambas fueron a la habitación de la castaña, Raini la ayudó con las maletas. Laura se recostó.

—Mañana es el primer día de clases —comentó Laura, Raini asintió —. Primer día del último año escolar de nuestras vidas.

—Sí, te traje algunos cuadernos de regalo —Laura le agradeció, aunque también era un poco penoso no contar con tanto dinero como para comprar tus propios materiales.

Después de hablar un rato, decidieron comer algo. Estaban en la mesa comiendo sándwich de jamón y queso, cuando Raini recordó algo.

—¡Laura! ¡casi lo olvidaba! —la pelinegra dejó su comida en el plato y observó fijamente a su mejor amiga —: intenté hablar con Mary, pero nada —Laura asintió algo decepcionada —. El punto es que conseguí un empleo. ¡Adivina! Desde mañana voy a atender la Biblioteca que pertenecía a Vanessa.

—¡Eso es genial! Espero todo te salga bien —ambas sonrieron.

—Ajá. En otras noticias: Calum viajó hoy, ¿adivinas a dónde? Decidió ir a ver a Ross.

El corazón de Laura saltó debido a la mención del rubio, aún era un tema sensible para ella.

—Calum me comentó que Ross no ha querido hablar con nadie, ni siquiera con sus "Cuatro Ángeles", ¿o ahora debería decir "Tres Ángeles"? Es algo bobo, pero complicado.

—Vaya... los Ángeles sí que se han separado últimamente —expresó con algo de decepción.

¿Cómo es que amistades tan fuertes se separaban de la noche a la mañana? Eso no era lindo.

—Sí —Raini asintió —. Lo último que supe fue que Rydel y Ellington finalmente se casaron, ya que sabían que su amor era verdadero.

En otras circunstancias Laura hubiera dicho que eso era hermoso, poder encontrar a tú amor verdadero. Pero en vez de sentir felicidad por sus amigos, sintió una enorme tristeza, se sentía vacía al hablar de amor.

—Yo solo quisiera saber de Ross, quisiera poder salvarlo —Raini la observó con tristeza —. Creo que tú eres la única que me está ayudando con esto —la miró con agradecimiento, la pelinegra asintió.

—Todo estará bien, estoy segura de que Mary se comunicará con nosotras pronto. ¡Ánimo! Debemos ser positivas —Raini sonrió, Laura lo intentó, pero no le salió del todo natural.

—Esperemos que sí, porque sino, hemos perdido toda esperanza —dijo con miedo. Realmente era extraño depender de una sola persona para ayudar a otra.