Regaños de un viejo amigo.

53 9 0
                                    

Margareth se encontraba asustada después de sentirse descubierta, salía de la casa con miedo e intentaba permanecer en ella el máximo tiempo posible. Laura sabía que eso no podría ser considerado una buena vida, así que ella la invitaba a salir, Margareth la iba a buscar al colegio.

Enero fue un mes tranquilo. Febrero al comienzo también lo fue, pero al final... bueno... digamos que las cosas sí que se complicaron de un modo bastante feo.

A finales de Febrero los reporteros sí consiguieron tomar buenas fotografías de Margareth Lynch. Lo peor de todo, fue que esas fotografías salieron en el diario, en una revista y en el Internet. En esa misma revista colocaron como información que ella frecuentaba el Colegio Santo Tomás.

—¡Esto está mal! —estaba afligida —. Tan feliz que estaba por saber Matemáticas, ¡y ahora tengo que estar mal!

Ahora Laura le dio permiso de permanecer escondida, porque sino la veían en ése Colegio, tal vez pensarían que se fue.

—...—

El primero de Marzo, después de llegar del Colegio, en su casa se encontró con Riker. Su sorpresa fue enorme, aunque su felicidad también lo fue. ¡Riker! Su mejor amigo estaba ahí de nuevo.

Ambos ingresaron y se sentaron en el comedor. Mary en ningún momento salió, quizás estaba durmiendo o algo así.

—Primero quiero decirte que me parece de pésimo gusto lo que estás haciendo con Mary, ella también podía decidir qué hacer con su vida —la retó Riker.

—Pero solo intentó salvar a Ross —se defendió ella —. Eres su amigo, deberías pensar en él.

—Pienso en él, pero también me preocupa Mary.

—¡No teníamos otra opción!

—¿No pensaste en que algún día Mark despertaría? Eso puede suceder.

En ese momento una puerta se abrió, Mary apareció frente a ambos.

—Eso es imposible... —expresó con dolor en el rostro.

—No, solo debemos ser positivos.

—¡¿Cómo crees que un muerto podría despertar?! —gritó ella.

Nuestro Destino.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora