¿Por qué me tengo que casar?

Capítulo 10

Kaoru y Miyako salían sonriendo hablando algo que habían visto.

Butch y Boomer solo sonrieron al ver por fin a esas dos mujeres que arriesgaron sus vidas por salvarlos a ellos, dos completos desconocidos.

Las chicas sintieron que las miraban y voltearon a verlos.

Y los cuatro se quedaron viendo sonriendo.

- ¿Ya viste que hombres tan guapos? –dijo Miyako a Kaoru

- Es verdad son muy guapos… y nos están sonriendo a nosotras o ¿me equivoco? –dijo Kaoru volteando para ver atrás de ellas

Butch y Boomer solo sonrieron al ver que volteaban para ver si eran a ellas o a otras personas a las que miraban

- Señores que bueno es ver que ya llegaron –dijo la guía de turistas al verlos

Los guías de turistas estaba informada que un grupo completo se iba a unir al grupo de ellos, o sea iban a ser el doble de la gente con la que habían empezado

Ellos también llevaban a otros guías de turistas, los del grupo de   Miyako y Kaoru hablaban principalmente en japonés, y los del grupo de la familia Him hablaban en inglés, pues en Hong Kong es el idioma que se habla por haber sido una colonia inglesa.

Y estaban informados que fueron ellos a los que ayudaron y querían conocer a las jóvenes.

- Los presento… Ella es la Lic. Kaoru Matsubara… y ella es la Diseñadora Miyako Gotokuji –dijo la guía

- Ellos son el Lic. Butch Him y el Lic. Boomer Jojo… las personas que ayudaron ayer en el centro de Hong Kong… las querían conocer –dijo la guía

- oh mucho gusto –dijeron Kaoru y Miyako sorprendidas mirándolos a los ojos

- El gusto es nuestro –sonrieron Butch y Boomer sin dejar de mirarlas

- Tías –gritaron un grupo de niños que llegaron corriendo y se abrazaron a Kaoru y Miyako quienes se sorprendieron

- Niños por favor… apenas las estamos conociendo –Dijo Butch quien no sabía dónde meterse por la indiscreción de los niños

- Que niños tan tiernos –dijo Kaoru levantando a una niña cómo de dos años

- Es verdad –dijo Miyako viendo a los niños

Eran cinco niños, tres niños y dos niñas, entre cinco años a dos.

Todos hijos de las hermanas de Butch, había más niños más grandes y adolescentes, pero no eran de la familia directa de Butch.

Aunque que indiscretos estos niños.

- ¿Y por qué están aquí? –dijeron de repente Kaoru y Miyako

- Nos enteramos que están en un viaje alrededor del mundo y se nos hizo buena idea unirnos al grupo –dijo Butch

- Si… trajimos a una gran parte de la familia –dijo Boomer señalando ya al grupo que estaba reunido al lado de ellos

- Les quiero agradecer por su heroísmo al ayudar a mi hijo y mi sobrino el día de ayer –dijo la señora Him

- Mamá –dijo apenado Butch

- Oye… no cualquiera hace lo que ellas hicieron… ¿en que pensaron al lanzarse así? –pregunto Bunny sonriéndole a las jóvenes

- En realidad no pensamos… vimos el anuncio que empezó a caer y ellos se acababan de para justo por donde iba a pasar, y nos lanzamos para quitarlos del camino –dijo Miyako

- Yo creo que si lo hubiéramos pensado, el anuncio los hubiera golpeado –dijo Kaoru

- Muchísimas gracias –dijeron toda la familia haciendo una inclinación a las jóvenes, quienes no sabían que hacer

- Si muchísimas gracias –dijeron Butch y Boomer también inclinándose como agradecimiento

- De nada –solo contestaron tímidamente Kaoru y Miyako

Los dos grupos de turistas estaban reunidos en la salida del palacio.

- Bueno ¿qué es lo que continua? –pregunto Boomer

- vamos a cenar en este restaurante tenemos una hora y después nos vamos al hotel para dormir un rato y partimos para el centro de china a las 4 de la mañana –dijo la guía

- Entramos –dijo Boomer ofreciéndole el brazo a Miyako para que lo agarrara

Miyako se sorprendió, pero metió su brazo en el que le estaba ofreciendo Boomer con una sonrisa

Desde luego que Butch hizo lo mismo ofreciéndole el brazo a Kaoru, quien solo sonrió y también metió su brazo en el que le estaba ofreciendo Butch.

Y así todos van ocupando diferentes mesas dentro del restaurante, claro ahora eran cómo ochenta personas y llenaron el restaurante.

Pero eso no les importo a nuestros amigos, se sentían raros, se sentían contentos, se sentían extraños, nunca se habían visto antes, solo el momento que los habían ayudado, pero sentían que se conocían de toda la vida.

Y se sentían felices de por fin estar juntos.

Continuara