Capítulo 2

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Jisung había llegado espectacularmente puntual y nos esperaba en el comedor de la escuela sentado frente a su almuerzo. Yo me estaba muriendo de ganas de correr hasta él para interrogarlo, pero me contuve porque, tal y como me lo esperaba, no parecía demasiado feliz.

No había visto a Changbin durante toda la mañana. Me encargué de pasar cada receso mirándome en el espejo del baño mientras Jeno y Jaemin se quejaban por tener que acompañarme y no poder comer, pero no tuve más opciones cuando Xiyeon me dijo que Changbin le había preguntado por mí de camino a la biblioteca.

Había hecho un asombroso trabajo evitándolo y, dado que sus amigos y él solían almorzar en la terraza, me relajé al entrar al comedor.

Qué error. Me interceptó, dejándome sin opciones, mientras caminaba hacia la mesa donde nos esperaba Jisung.

—Necesito hablar contigo —me dijo.

Yo no tenía ninguna intención de hablar con él, pero tampoco quería verme demasiado dolido.

—Nosotros vamos a esperarte por allá.

Asentí hacia Nana y Jeno aunque tuviese ganas de matarlos por dejarme solo. Changbin se veía completamente normal y no podía percibir ni un atisbo de nerviosismo en su cuerpo, así que eché a la basura toda ilusión de que quisiese conversar algo relacionado a nosotros.

—¿Aquí?

—Sí —cogió aire—. Un compañero de clase me pidió que hablase contigo, dice que es el alma gemela de tu amigo.

Ignoré el hecho de que Changbin ni siquiera se supiese el nombre de mi mejor amigo cuando yo conocía a todo su círculo amistoso porque, mierda, el alma gemela de Jisung asistía a nuestra escuela y era compañero de Changbin.

—Jisung está ahí —lo apunté con efusividad—, ven conmigo.

Sí, bueno, tomar la muñeca de Changbin y arrastrarlo hasta nuestra mesa fue un impulso, pero al menos no se quejó ni se comportó grosero. Jaemin y Jeno estaban haciendo un montón de ruido cuando llegamos, Jisung estaba callado pero sonriendo un poco, y su ojo rosado lo hacía ver muy alma-gemelizado.

—¡No es justo! —le dije apenas llegué. No anuncié a Changbin; no era tan extraño vernos conversar, y aunque lo fuese, Jisung tenía toda mi atención en ese momento—, ¿por qué tu ojo tiene un color más bonito que el mío?

Conseguí que Jisung se relajase y se riera de mi queja y mi mohín.

—Jisung nos contó que el iris de su alma gemela es del mismo color.

Bufé. En serio, no era justo. Tener el ojo del mismo color que tu alma gemela no era un indicio de que la relación sería mejor, más fuerte o algo por el estilo. Para nada. Pero era estéticamente mucho más genial y una coincidencia que a mí me encantaba. Nana y Jeno eran una de las poquísimas parejas que compartían color de iris que conocía.

—Síp, su ojo también es morado. Es lo único que recuerdo.

—Yo lo veo rosado.

Los chicos parecieron recién percatarse de la presencia de Changbin. El iris de Jisung también se me hacía rosa, pero no quería darle la razón a Changbin y generar una ronda de comentarios burlescos a mi expensa.

—Oh, Jisung, tenemos noticias. El chico es compañero de Changbin.

Jisung parecía confundido.

—¿Qué chico?

—Tu alma gemela. Se llama Minho y me pidió que hablase con Felix porque sabe que son amigos.

Jisung puso cara de que se quería morir. O vomitar. No lo sé, era difícil decirlo. Pero yo lo conocía como a la palma de mi mano, y sabía que estaba nerviosísimo.

DECERNERE [Changlix]Where stories live. Discover now