Capitulo 4

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Capítulo 4

No siento mi cuerpo, me levante hace veinte minutos y sigo en mi cama, pero no sé cómo llegue hasta aquí. Solo recuerdo la manera que Jaime me saco del local, observo mis brazos y noto las marca de sus manos, luego de eso sentí algo frio en mi cadera, era el cañón de su arma, me llevo hasta el auto, y condujo hasta un muelle oscuro.

-¿Qué quieres? –Las lágrimas bajaban por mis mejillas, que esto termine ya.

-Ahora mismo, deseo tanto entrar en ti.- toca mi cara con una mano y mi muslo con la otra. Me remuevo.- Pero como no es posible, solo quiero que lleves un mensaje a tu papi y al súper noviecito.

-Solo deja de tocarme, por favor.

-Un día me pedirás que no me detenga.- aleja sus manos de mí, su mirada está llena de oscuridad y vacío.- Dile a tu padre, que no me daré por vencido hasta que me de lo que me quito, tu madre será mía, aunque puedo conformarme contigo, te pareces mucho a ella cuando yo la conocí.- vuelve a intentar tocarme, pero me quejo más aun a la puerta del auto- Y al novio, dile que deje de buscarme, porque lo lamentara. Ya no soy el mismo joven tonto que encerraron una vez. Puedo hacerle mucho daño.

-¿Por qué te haría caso?- siento el impacto en mi mejilla.

-No harás ninguna estupidez, porque perderás lo más que amas.

Luego de eso no recuerdo nada más.

No se cómo llegue a mi casa.

Como llegue a mi cama

Si el me trajo.

Entro a mi apartamento.

Si me toco.

Me levanto para ir hasta el baño, tengo tantos deseos de darme una ducha, pero sé que no puedo, que debo ir al hospital. Tomo una nueva muda de ropa y me cambio, la ropa sucia la meto a una bolsa para llevarla conmigo, sé que puede ser evidencia. No dejo de llorar, no puedo llamar a nadie, logro bajar por el área de carga del edificio, escapándome de mi protector. Luego de conducir por dos horas, entro a una sala de emergencias y digo que estaba muy tomada la noche anterior y que no sé qué me sucedió, no quiero que den aviso a la policía por que Alonso lo sabrá, tampoco a mis padres.

Después de una hora, hablo con quién es el medico de turno y le explico lo que pudo haberme pasado, sin dar muchos detalles, quisiera tanto que Alonso estuviera aquí conmigo. El medico busca mis resultados, las manos me tiemblan, tengo tanto miedo que me haya violado, me siento tan sucia, quiero darme un baño.

Negativo

Negativo

No me toco

No abuso de mí

Llevo ocho días sin ir a la Distribuidora, sin ver a mi familia, huyéndole a Alonso, Jaime no deja de enviar mensajes Alonso lo deje de buscar, que mi padre en algún momento se descuidara, que no nos puede cuidar a todos. Ya no salen lágrimas, y para colmo no dejo de vomitar. Pero mi decisión está tomada, debo ir a la policía, debo decirle a Alonso lo que está pasando, sé que me podrán ayudar.

Cuando llego a la estación, pido a la recepcionista que si él está disponible me permitan hablar con él. Ella me observa como si estuviera loca, pero aun así pide mi nombre cuando llama a Alonso. Espero solo unos segundos sentada cuando lo veo salir. Lleva una camisa manga largo color azul oscura, y un pantalón negro, lleva su arma y su placa colgando de su cuello. La recepcionista le hace un señalamiento con la cabeza hacia mi dirección.

-¿Jenny?- sus ojos se quieren salir de sus cuencas.

-Hola

-¿Estas bien? Mi amor que te sucedió.- dice tocando mi rostro, tengo ojeras y los ojos hinchados de tanto llorar, mi piel esta pálida y sé que me veo más delgada por lo poco que como y lo mucho que vomito.

-Necesito hablar contigo.

-Claro- toma mi mano y me guía hasta una sala, y según mi conocimiento en películas, es una sala de interrogatorio.- Aquí podemos hablar. ¿Qué está pasando? Llevo días llamándote y no contestas, tampoco los mensajes, ¿nena que paso?

-Jaime me encontró.

-¿Qué?- su rostro se trasforma en enojo, esta rojo de ira. - ¿Te toco?- niego con mi cabeza- ¿Cuándo fue Jennifer?

-Hace ocho días- bajo mi rostro

-¿Ocho días? Maldita sea Jenn porque no me dijiste nada, ¿Qué carajos paso?

- El día que salí con las chicas el me intercepto en el baño, me saco del local y le llevo al muelle, no recuerdo mucho, solo que me dijo que era por el momento solo era para enviar un mensaje. – Sigo llorando.- A mi padre que no se detendría hasta que tuviera a mi madre, porque él se la había quitado.

-Maldito.

-Y otro mensaje para ti.

-¿Para mí?

-Que dejaras de buscarlo, que el ya no era el mismo que encerraron antes.

-Voy a matarlo- dijo – Me estas ocultando algo más, ¿Qué?

-No recuerdo nada más luego de eso, la mañana siguiente amanecí en mi cama. Tenía la ropa puesta y me dolía mucho el cuerpo. Fui a un hospital y pedí que me hicieran una prueba de violación.

-Maldita sea- pasa sus manos por su rostro.- Dime que decía la prueba.

-No me toco, pero si me drogo.

-Lo voy a matar.

-Quiero que te alejes de el.- no puedo creer que diga esto, pero no quiero que le hagan daño, lo amo, no quiero.- Por favor, aléjate, de él, de mi familia.- el niega con su cabeza tratando de acercarse a mí, pero yo me alejo.- Quiero que te alejes de mi Alonso, no puedo ser la culpable que algo te pase.

-No me estas pidiendo esto, Jennifer tu no me estas pidiendo esto. – Dice tratando de tocarme, pero lo vuelvo esquivo, sino me dejare llevar.- No, tú vas a salir de este cuarto y pondrás una puta querella y yo mismo me encargare de arrestar a ese cabron por tocar a mi mujer.

-No lo hare. Respeta mi decisión.

-Soy oficial de la Ley Jennifer, como quieres que me haga de la vista larga, en un caso normal no lo haría, mucho menos si eres tú, maldita sea Jenny.

-Lo harás, porque te hará daño a ti y a mí, si ve evidencia que te dije lo que sucedió. – me acerco a él por primera vez, tomo su rostro y me acerco a besarlo, con todo el dolor y amor en mi alma.- Por favor, no puedo vivir si algo te pasara. Te amo Alonso.

Se queda paralizado

Cuando salgo de la estación respiro, sin ocultar mis lágrimas, no quiero llegar a casa, no quiero ver a nadie, le acabo de pedir al hombre que amo que no se acerque a mí, solo por cobarde. Camino hasta dónde está mi auto, pero algo me detiene, alguien me detiene, colocando su mano en mi cuello, apretándolo.

-Te dije que no hicieras ninguna estupidez niña.

Es el

Volvió

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BESOS DESDE PUERTO RICO 

Encuentro de Placer (Saga ENCUENTROS #4)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora