Malhumorado

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Siendo el último en llegar al estudio, José notó que sus compañeros estaban muy concentrados escribiendo algo sobre unas hojas de música, caminó de entre de ellos, mirándoles sin mucha atención.

-Este...-dijo confundido- ¿Qué estáis haciendo?

-Ah, Hola José- sonrió Carlitos alzando la mirada- Txus ya nos puso a trabajar...

-¿Ya tiene la canción?

-Aun no,- contestó Txus saliendo de otro cuarto, pasando por donde se encontraban ellos-pero me están ayudando a plasmar las notas musicales en las hojas.

-Eso... me confunde...

-Nosotros tampoco lo entendíamos.-se acercó Mohamed con una hoja en las manos- ¡Ya terminé!

-Mira José-dijo Txus recibiendo la hoja- ahora lo vamos a hacer diferente, primero el sonido y después la letra.

-Espera... ¡¿Qué?! ¿Me vais a dejar al último?

-Si...,- caminó observando el trabajo de los demás, José caminó tras de él- puede ser que al escuchar los instrumentos me inspire a escribir la letra.

-¡Esto es absurdo!- alzó la voz- ¿porque nos cambias el ritmo de trabajo?

Los integrantes miraron a la pareja, dejando a un lado su trabajo, no querían perder detalle alguno.

-José tranquilízate- gruño Txus- no es gracias a mí que, ¿tenemos un buen éxito en nuestros discos? Tenéis que confiar en mí...

-Si claro, eso siempre lo dices.- cruzó de brazos- Entonces llámame cuando sea mi turno de trabajar...- dicho esto, salió del cuarto de estudio azotando la puerta.

-Uy... sí que anda en sus humos el José- dijo Carlitos mirando a Txus

-Cállate...- lo silenció Frank casi en susurro.

Txus miró por unos segundos la puerta, dejando las hojas sobre el escritorio de Mohamed, salió también del estudio.

Caminando a una velocidad rápida, casi corriendo, alcanzó a José.

-Oye...-dijo tomándolo del brazo

-¡Suéltame!- jaló su brazo para sí, haciendo que Txus lo soltara, deteniéndose.

-¿Pero qué cojones te pasa?- no comprendía bien el comportamiento de José.

-¡Dejadme en paz!- dio media vuelta y siguió su camino.

-¡¡¡José!!!- gritó sin moverse, pero José lo ignoró.

Al día siguiente... la puerta principal de la casa de José fue golpeada suavemente. Caminando hacia ella, dudó al inicio, pero decidió abrir la puerta. Miró a su compañero.

-Buen Día Moha... entra- dijo haciéndose a un lado, permitiéndole entrar.

-¿Estáis bien?- preguntó preocupado.

-Si... ¿porque?

-Es que... lo que paso ayer...

-A... eso...

-Sé que no es asunto mío, pero me he preocupado por vosotros dos.

-Todo está bien, sólo que no estaba de humor.

-Te conozco José, y sé que por algo actuaste así...

-Tal vez no me conoces tan bien como creías.

-Vamos José... - lo miró

-Pues venga, decidme ¿porque creéis que me comporté así?

-Porque Txus os hiso algo...

José lo miró fijamente, pensando: "¿Acaso Txus había hablado con Moha?".

-No me hiso nada...

-A veces Fernando también me saca de mis casillas,- continuó casi ignorando las últimas palabras de José- pero ahora comprendo porque lo hace.

-Esperad... estáis mal interpretando las cosas... - alzó un poco la voz José, avergonzándose.

-Por favor... es más que obvio lo que vosotros dos tenéis – lo miró, notando su nerviosismo.

-No, no y ¡no! Os estáis confundiendo, yo no tengo nada que ver con Txus...

-Entonces... ¿porque actúas así?

-Ya os dije... bueno..., no me siento tan convencido de que Txus esté haciendo bien su trabajo, sé que a él le apasiona eso de escribir, pero... no me sentía de ánimos...

-Entonces, es la primera vez que actúas así... y no crees que ¿es arriesgado poneros así con Txus?

-Tiene que comprenderme...

-Y tú a él.

José guardó silencio, mirando a su compañero, dudando un poco de las palabras de Mohamed, temía a que el acercamiento que tenía con Txus fuera muy obvio, pensó "¿Acaso Mohamed sabe algo de lo que debería yo enterarme?" Por más que trataba de ver las cosas como eran, no podía, algo lo cegaba, y entre más se resistía a eso, más se desesperaba.

-Bien... tú ganas..., trataré de llevármela con más tranquilidad... y ya no comportarme de esa manera.

-Y bueno... cualquier cosa, sabéis que puedes contar con nosotros.-dijo colocando una de sus manos sobre el hombro de José- Por cierto... me dijo Txus que os diera esto...- de su bolsa de pantalón sacó una hoja doblada.

-Ya decía yo que no venías a consolarme, creo que también te conozco muy bien, ¿eh?

-Hay José... también me preocupas... pero espero que ya con esto se solucionen las cosas...

José tomó la carta, aún sin abrirla esperó a que Mohamed se marchara. Por la noche, sentado en el comedor, decidió leerla.

Percató que era la misma hoja en la que había escrito 5 líneas, de ese día que Txus había entrado a su hogar, pero había anexo 4 líneas mas debajo de su escrito, se percató de que era la letra de Txus.

"Sí te sientes perdido
Con tus ojos nos has de ver.
Hazlo con los de tu alma
Y encontrarás la calma
."

-Acaso... - miró con atención la hoja - esto es...- se dijo a si mismo con un leve temblor en sus manos.

...

La Rosa de los Vientos _MägoDeOz_Donde viven las historias. Descúbrelo ahora