Uno Solo

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Al día siguiente. El reloj marcaba las 5 en punto de la tarde. José llego al estudio, con un par de bolsas de plástico, dentro de ellas varios platos desechables se cubrían entre ella, evitando mostrar el contenido. Dejando las bolsas sobre el escritorio de Txus, se percató de que no se encontraba alguien dentro del estudio. "Mandó a todos a sus hogares para que nos quedáramos los dos solos, ¿eh?" pensó José mirando alrededor.

-Supongo que aún no llega- se dijo en suspiro.

-¿José?- preguntó una voz detrás de él

Volteó reconociendo esa voz.

-Hola, Carlitos- saludó.

-No esperaba verte aquí

-Bueno... no yo a ti, aquí. Quedé con Txus en trabajar sobre la letra...

-¿Aún no la tienen?

-Sólo tenemos los coros...

-Ya veo...-dijo acercándose a él

-Y tú... ¿que hacéis aquí?

-He dejado olvidada una cuerda de mi guitarra por aquí.

-Y ¿porque no mejor os compráis una? ¿No sería más fácil?-preguntó siguiendo a su compañero con la mirada.

-Además... - ignoró la opinión de José - no tenía algo que hacer en mi hogar, es por ello que me quedé un poco más de tiempo.

-Si gustas os puedes quedar, puede que nos ayudes con la letra.

-¿Seguro?- dijo cruzando su mirada con la de José

-Si... no veo cual sea el inconveniente.

-Puede que a alguien no le parezca.

-Hablas de...

Carlitos, se movió sigilosamente hasta llegar a osé, estando a un par de centímetros de él. Se encontraron cara a cara.

-Aunque... todavía no está aquí.

-¿Qué?-nervioso por el movimiento de Carlos, quedó un poco paralizado, sus pies no le respondieron.

-Venga José, ya todos sabemos el lío que tenéis vosotros dos.

-¡Eso no es cierto!-trató de sonar seguro en la respuesta.

-Entonces... demuéstrame que no son más que palabras y suposiciones de los demás.

-¡¿Qué?!

Carlitos acercó su rostro al de José, dándole a entender que le quería besar. La imagen de Txus se presentó en la mente de José, imaginando como había sido el primer beso que tuvo con él.

-Si lo evitas- dijo Carlos- es que mientes, si lo aceptas... te creeré

-Yo... no...

En ese momento, el sonido de varias hojas caídas se escuchó desde la puerta. Ambos hombres voltearon a ver en aquella dirección.

-¡¡Txus!!- José se impresionó de verlo, haciendo reacción a sus pies, dio un paso hacia atrás.

-Pero que cojones...

Carlitos de igual manera, tomó su distancia con José, sin dejar de mirar a Txus caminó hacia él, colocando sus manos dentro de las bolsas de su chamarra, aun lado de Txus susurró:

-No le he tocado, y espero entendáis.

Dicho esto se marchó de allí, Txus quedó paralizado ante las palabras de Carlitos, varios recuerdos llegaron a su mente, pero los evitó, no queriendo dejar pasar lo sucedido. Parpadeó un par de veces.

-¿Estáis bien?- preguntó José, acercándose recogiendo las hojas.

-¡¡Que os hiso!!- dijo molesto tomando a José del brazo, alzándolo hasta su altura.

-Na...nada...

-¡¡No me mientas!!- empujó a José hacia un sofá cerca de ellos, haciendo que éste perdiera un poco el equilibrio, cayendo sobre éste.

-¡¿Pero qué te pasa?!- dijo José desde el sofá.

-¿Qué hacía él aquí...? ¡¡¡¿Tú lo invitaste?!!!

-¡¡¡¡NO!!!!- el gritó de José superó la voz de Txus

-¡¿Entonces?!- se acercó a José

-¿Pero qué coño te sucede? Se quedó a buscar una maldita cuerda de guitarra.

-Sí, como no... - bufó mirando a otro lado.

-Es tú problema si me crees o no...

-Lo siento...- tomó el brazo de José ayudándole a pararse.

-No tienes el derecho de ponerte así... somos amigos todos, ¿porque no confiar?

-Ya dije que, ¡lo siento!

-Pues tu actitud de crío no te va muy bien - la mirada fría de José penetro a la de Txus

-Después hablaré con él- dijo evitando la mirada

-Yo...-se relajó más José- es la primera vez que veo, que os comportáis así... antes no lo habías hecho.

-Celos-susurró Txus para sí.

-¿Qué... dijiste?

-Nada...- miró sobre el escritorio de José- veo que si trajiste comida.

-Ah... si...

-¿Puedo?- dijo acercándose al escritorio en donde se encontraban las bolsas de comida.

-Sí claro, adelante.

Ambos tomaron una silla, acercándola al escritorio, se sentaron empezando a comer en silencio, después de aquella escena, Txus evitaba ver a José, se sentía apenado por su comportamiento y prefirió guardar silencio. Pero hasta él sabía que no podían continuar así, el silencio sólo tensaba más el ambiente.

-¿Has dormido bien?-rompió el silencio

-Sí, gracias.

-¿Tuviste problemas con la compra?

-No

-Seguro te vio uno que otro fan

-Si... pero pues como todo... sólo una firma, foto y ya.

Las respuestas cortantes de José, alteraron más las emociones de Txus. Pensando un poco la situación decidió ir directo al punto.

-Y... ¿os gusta mi compañía?

José alzó la mirada, dejando la comida sobre el escritorio se levantó. Con mirada triste veía a Txus.

-Aún no sé si, lo que estamos haciendo esté bien- contestó más serio.

-¿Te molesta? – alzó la mirada Txus, dejando sus cubiertos a un lado.

-No es eso, sino que... - José bajó la mirada.

Txus lo miró preocupado, no sabía si estaba haciendo bien preguntándole, o hubiera estado mejor no mencionar el tema.

-Abrásame-pidió José.

Sin pensarlo más, Txus se levantó dirigiéndose a su amigo, colocándose detrás de él, lo abrazó, recargando su pecho en la espalda de José, lo juntó más a él.

-De verdad lo siento... no quise comportarme así. ¿Os lastime el brazo?

-Olvídalo- dijo José acariciando los brazos de Txus, que presionaban parte de su pecho.

-Te quiero, José- susurró cerca del oído de José.

Cerrando los ojos, el aliento de Txus lo hiso estremecer, recargó su cabeza en el hombro de él.

-Y yo a ti- contestó José, también en susurro.

Txus terminó con el abrazo, moviendo sus manos comenzó a acariciar los brazos de José, pero no quería detenerse allí, así que con movimientos lentos y suaves, buscada alguna parte más íntima de José. Comenzó pasando sus manos por el pecho de José, acariciándole un poco más. Su mano derecha, inquieta, bajaba rozando lo que había en su camino, hasta llegar a su objetivo, la entrepierna de José.

-Eres tan... antojable...-le dijo al oído en tono de broma.

José sonrió, dejándose llevar por las caricias. Entrecerrando los ojos, su atención estaba en las manos de su amigo.

-¿Que planeas hacerme?-preguntó con curiosidad José.

-Utilizar esto...- dirigió su mano izquierda a su pantalón, y de él saco un pequeño sobre plateado, mostrándoselo a José

-Entonces... lo de ayer, ¿era enserio?- dijo mirando el condón que estaba frente de él.

-¿Creías que no? – presionó un poco aquella parte de José.

-No creo estar listo...- se separó de Txus

-No os aré daño...

-No lo sé... - José sintió como su cuerpo comenzaba a reaccionar ante aquellas caricias y presión que le había hecho Txus.

-¿Lo quieres...? Si no os lo deseas... lo tiro, no quiero volver a incomodarte.

José miró por unos segundos el sobre, después a Txus. Tragando saliva, asintió con la cabeza.

-Sí, lo quiero...

Txus se acercó a él, dándole así un beso. Y fue cuando comenzó la acción.

Desabrochando despacio la camisa de José, besaba cada parte que se mostraba ante él, desde los hombros, hasta el abdomen. José no podía evitar dar ligeros gemidos al sentir los labios de Txus. Cuando éste llegó a la altura del pantalón, José lo seguía con la mirada. Las manos de Txus comenzaron a batallar con desabrochar el pantalón, lográndolo, bajó el pantalón, hincándose frente a José, lo dejó en bóxer. Se volvió a levantar, quitando una parte del cabello de José, lo volvió a besar. Ahora era su turno de quitarse la ropa. Besando el cuello de José empezó a desabrocharse su camisa, dejándola caer a sus pies, seguido de su pantalón. Quedando igual que José, le tomó de la mano dirigiéndose al estudio en donde se grababan las canciones, entraron allí, ambos sabían que el sonido no podía atravesar ese cuarto, para Txus ese era un buen lugar para hacerlo.

Txus no podía dejar de besar cada parte del cuerpo de José, recargándolo a la pared, acariciaba cada parte de él. Volteándolo empezó a besar la espalda, metiendo una de sus manos debajo del bóxer, acariciaba esa parte escondida de José.

-Ah...-un leve gemido producido por José, dio aviso a Txus que lo estaba disfrutando y más porque la erección de José se presentó en las manos de él

Bajó poco a poco el bóxer de José, dejándolo así, completamente desnudo. Pasó sus manos al trasero de José, presionándolo un poco y separando los glúteos con suavidad, bajaba un poco la mirada, tratando de ver aquella parte de José.

-Esto... me gusta... - admitió Txus

La excitación se apoderó rápidamente en él, desde ése ángulo deseó ya estar dentro de José. Liberando su miembro del boxer, abrió el sobre que contenía el condón, colocándoselo, acercó su pene cerca del trasero de José. Al sentir la erección de Txus, se puso más nervioso, colocó ambas palmas de la mano sobre la pared, bajando un poco la mirada José abrió un poco las piernas. Txus comenzó a penetrarlo suavemente, pero no solo él quería disfrutar, tomó el miembro de José comenzando a masturbarlo.

-Ah... ah... Txus... - gimió José al sentir esas dos sensaciones al mismo tiempo.

Gemidos, caricias, placeres, esas sensaciones y más, sintieron Txus y José Andrea en esa pequeña habitación. La primera vez que hicieron el amor los dos juntos, se mostró de una forma tan creativa y romántica. Tanto que ambos juraron, que jamás olvidarían este día... el día en que fueron uno solo.

...

La Rosa de los Vientos _MägoDeOz_Donde viven las historias. Descúbrelo ahora