La hora del almuerzo llegó y Jimin más que nadie lo agradecía, ¿Por qué? Bueno hoy su hermosa y linda madre había aprovechado la ausencia de su padre para hacerle el almuerzo más delicioso del mundo entero, makis y otras cositas, aunque suene poco original no importaba ya que eran de su madre y para él eran los mejores de la historia entera, así que una vez terminó con el ejercicio de matemáticas fue en busca de su bento box
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Si bien sabía que eso no sería suficiente, tenía otra de repuesto, y no era para menos, pues siempre llevaba 2, pero antes de que la gente comenzara a pedirle un "poco" de su almuerzo decidió salir almorzaría afuera aparte era un ambiente más tranquilo y con pequeñas brisas refrescantes, con sumo cuidado abrió la caja dejando esta en las mesas que brindaba la área y se dispuso a comer en calma, bocado tras bocado llenaba su boca de exquisitos sabores y rogaba porque eso no se acabara, cuando pronto escuchó un golpe en seco contra algunos de los casilleros, si bien no le gustaba andar de fisgón, no pudo contenerse y alzó la mirada, para apreciar que era lo que pasaba, y ahí lo vio
— Vaya...Vaya....Miren lo que tenemos aquí...— habló un azabache
— Un pequeño conejo....que se separó de la manada..— sonrió burlesco
— P-por favor...J-jackson...no m-me hagas d-daño...— pidió la figura más baja
— ¿Traes el dinero que te pedí? Rata asquerosa — interrumpió
— Y-yo..n-no...l-lo siento..no pude...no pude...tra-traerlo...— musitó a penas
— Ah....con que no....bueno ¿Sabes lo que les pasa a los imbéciles que no traen MI dinero? — golpeó nuevamente al bajo contra los casilleros
— ¡L-lo siento! ¡Lo tra-traeré mañana, pero no me hagas daño! ¡Te lo ruego! — Rogó el chico
— Se me hace que no, lo mejor será darte una pequeña lección, ¿no? — sonrió burlesco
Y así fue como golpe tras golpe fueron impactando en su estómago, haciéndole perder el aliento y con eso dejando marcas que luego se volverían violáceas, Jimin estaba petrificado, se empinó para ver algo más que las cabelleras, y fue así que distinguió el rostro de ese pequeño ángel, Jungkook, estaba siendo golpeado por uno de los bravucones del curso, además de repitiente, Jimin quería hacer algo, ir y enfrentar a ese insano que se aprovechaba de los menores para obtener dinero y comida, una forma bastante cobarde según Jimin, pero no podía ¿Por qué? simple podrían agarrarle de presa también y en vez de salvar al azabache terminaría obteniendo una golpiza por querer ser el "héroe" de la historia, debería ir a buscar ayuda, pero sus pies no respondían a sus pensamientos, estaba tan asustado como el pequeño quien seguía recibiendo golpes en la cara, tal vez fue por los gritos de aquel Jackson, los cuales le dejaron estupefacto y sin poder ejecutar nada, fuera lo que fuera, no podía moverse o hablar y eso no era de ayuda para la situación