33.

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El aire me golpeaba la cara y me alborotaba el cabello. A pesar de que por lo general solía catalogar aquello como molesto, en ese momento la sensación parecía increíble. De alguna manera complementaba la adrenalina que recorría desde mi coronilla hasta la punta de mis pies. En las bocinas de la furgoneta sonaba Drake, pero su voz era completamente eclipsada por los gritos y conversaciones a todo volumen de Marvel y Boi.

Kyum manejaba. Marvel iba de copiloto contando cómo unas brochetas de calamar que compró cerca del río Han le habían arruinado un buen polvo con una chica despampanante. En los asientos de atrás (pegada a la ventana izquierda) estaba yo, a mi lado estaba Minwoo y en la ventana derecha Namjoon. Y atrás, en los últimos asientos, iba Boi recostado a sus anchas mientras, según él, cuidaba el delicado equipo que llevábamos desde el estudio para colocar en nuestras presentaciones.

-¿En cuánto llegamos? -Boi interrumpió a Marvel como un niño inquieto, ocasionando que todos en los asientos intermediarios sonriéramos con diversión.

-No jodas, Boi. Preguntas como si nunca hubieses estado en Ilsan.

-Quiero saber cuántos minutos exactos tengo para dormir de aquí a que lleguemos al evento.

-¿Qué? ¿No has dormido? Eres un cabrón -Marvel intervino esta vez, ofendido por la interrupción de su anécdota mientras chasqueaba la lengua-. Ilsan... joder, Ilsan. ¡Namjoon! Vas a llevarnos a comer esas malditas brochetas de cordero, ¿no? Que la verdad sólo a eso he venido.

-Pues tú te quedas encerrado en la furgoneta, Marvel, que aquí nadie come de gratis -Namjoon contestó, seguido de las estruendosas risas de los demás.

-¡Yah! ¡Siempre son unos hijos de puta conmigo!

Giró el cuerpo para mirar hacia los asientos traseros y con un puchero digno de un adolescente cabreado los vio mal a todos excepto a mí. Cuando sus ojos se detuvieron sobre mi figura chasqueó la lengua y se acomodó en su lugar para que le fuera lo suficientemente cómodo ver hacia atrás sin joderse el cuello o la espalda.

-¿Has venido a Ilsan antes, Seori? Los eventos son buenos, pero yo sólo vengo por esas brochetas de cordero -le miré y negué con la cabeza, riendo incrédula-. ¡Ah! Cierto. Namjoon mencionó que ya ibas a eventos antes, ¿no? ¿Cómo es que no te vimos? ¡Yo te hubiera reconocido e invitado a estar con nosotros aún a kilómetros de distan...!

-Cómo la jodes, Marvel -Minwoo le puso la mano en la cara y lo empujó hacia atrás, ganándose un reclamo por parte del afectado. Todos los demás rieron, incluyéndome.

-¡Yah! ¿Me van a decir que no les da curiosidad? ¡Si ha salido de la nada, con todo el talento que tiene no sé cómo es que no la vimos antes!

En ese momento me sentí como en una comedia americana de esas que Yeonah tanto disfrutaba ver (aún si no entendía ni la mitad de lo que estaban diciendo porque su inglés era terrible). Todas las miradas se giraron hacia mí, incluyendo la de Kyum por el espejo retrovisor. Jamás les había mencionado de mis "antecedentes" trabajando con Yoongi porque, para empezar, nunca me lo habían preguntado y a esas alturas no lo consideraba sustancialmente relevante como para sacar el tema de forma aleatoria en medio de la comida.

Me miraron expectantes. Fruncí el ceño con media sonrisa porque me extrañó el silencio tan sepulcral que se hizo en el ambiente, siendo acompañados sólo por el viento contra las ventanas y la voz de Drake nuevamente reconocible en las bocinas. Encogí los hombros y saqué el labio inferior en un gesto coloquial, restándole importancia a la situación que tanto parecía interesarles.

-Pues no he salido de la nada. Llevo algunos años en el underground.

-¿Pero en qué parte que estabas tan escondida? -bromeó esta vez Kyum, intercalando su mirada entre el retrovisor y el camino enfrente. Chasqueé la lengua, negando.

staged » bts; myg.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora