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36.

Siendo objetiva mi experiencia dentro del mundo musical era bastante corta. Por ello, nunca me hubiese imaginado que en tan poco tiempo alguien me invitase a grabar un mixtape. Ni siquiera lo llegué a esperar de Yoongi. Era un maldito sueño hecho realidad levantarme de la cama sabiendo que dedicaría unas horas en el estudio junto a Namjoon escribiendo, grabando y en general produciendo lo que sería mi primer trabajo en forma como rapera solista.

Sonreí entre el pensamiento aferrando los auriculares de casco a mis oídos mientras escupía el último estribillo de mi —oficialmente— cuarta canción del mixtape titulada "voices". Había escrito esa canción pensando específicamente en lo difícil que era en este medio (y en Corea en general) ser escuchada por el simple hecho de ser mujer. No era tan explícito —me había encargado de volverme la mejor amiga de las metáforas crudas, sobre todo para hacer una crítica social—, pero estaba segura de que la idea base se entendía a la perfección.

Namjoon me hizo una seña con la mano y levantó el pulgar con una pequeña sonrisa en los labios, asintiendo. Me quité los auriculares e hice una pequeño mueca levantando las cejas.

—¿Bien?

—Quedó perfecto, escucha —hizo un gesto para invitarme a acercarme. Me senté en la silla al lado suyo mientras presionaba reproducir, mostrándome mi voz encima de la pista que había compuesto con su ayuda.

—Oh, mierda —sonreí tapándome la boca con una mano. Namjoon asintió moviendo la cabeza al ritmo del beat—. ¡Suena muy bien!

—¡Claro que suena bien, Seori! —me palmeó el hombro con suavidad, riendo por mi inesperada reacción—. Ya falta poco para terminar, ¿eh?

—Tres canciones y listo —suspiré apretujando la mano de Nam sobre mi hombro—. Aún no me lo creo, Namjoon.

—Deberías —me miró como si estuviese condicionándome y se levantó a por una bebida del pequeño frigobar en una de las esquinas del estudio—. ¿Decidiste ya si vas a presentar algún adelanto en el evento de la siguiente semana?

—No sé si logre terminar la mezcla para entonces, Nam. Es bastante y no puedo descuidar los demás deberes que...

—Seori —me interrumpió como si estuviese a punto de regañarme mientras se volvía a sentar a mi lado—. Sabes que todos aquí te apoyamos, ¿no? Si de verdad quieres tiempo para terminar entonces cualquiera de nosotros puede cubrir esos deberes.

Se llevó la lata de bebida a los labios y encogió los hombros dando un trago largo en el que me permitió reflexionar sus palabras. Faltaban cinco días exactos para el evento, cuya fecha única para nosotros sería el viernes en la noche. El enorme evento continuaría hasta el sábado en la madrugada, pero el plan para DNH contaba con un pequeño viaje a una finca (de la familia de Minwoo, tenía entendido) en las afueras de Seúl a pasar una noche de fiesta loca más un domingo de resaca importante.

La razón de la celebración no iba más allá de festejar la cantidad de puertas que se estaban abriendo para todos como crew y para el estudio en general y, por supuesto, ninguno de nosotros tenía inconveniente con eso. Esa era una de las razones por las que me gustaba tanto trabajar con DNH, pues a pesar de las montañas de estrés con las que a veces teníamos que lidiar, no se sentía como un trabajo. El deber era importante, pero el descanso y la amenidad lo eran en proporción igual.

—Pues si me lo pones así cómo voy a negarme —sonreí. Namjoon me imitó—. Intentaré tenerlo todo para el jueves, así el viernes termino de ajustar detalles con ustedes.

—Que está bien, no te preocupes por eso.

—Gracias por quedarte a ayudarme, Namjoon. Aún si es domingo y toda esta mierda.