Te Volvería A Llamar

El Videoclip

NARRA ROCÍO

Pablo me llamó:

-Pablo: "¡Rocío! ¿Quieres participar en el videoclip de una de mis canciones? Se llama 'Desencuentro' ".

-Rocío: "¿Un videoclip? ¿Esos vídeos que veo siempre en Youtube y ahora de repente yo voy a aparecer en uno?"

-Pablo: "Bueno, si te parece bien".

-Rocío: "Sí, claro, ¿por qué no? Simplemente me hace gracia. Ya me mandarás la canción".

-Pablo: "Vale, la escuchas, te lo piensas y me dices algo".

Pablo me envió la música.

Era una canción lenta y romántica, en otras palabras, para mi gusto: un auténtico coñazo. ¿Pero cómo le iba a decir que no, si nos habíamos hecho amigos y nos caíamos bien? Aunque la idea de grabar me gustaba, así que al final acepté.

Llegamos al set de rodaje en Madrid y Pablo me explicó lo que teníamos que hacer, según había acordado con los cámaras.

Fueron varias horas muy divertidas en las que nos reíamos entre toma y toma.

Acabamos de rodar y durante varias horas nos quedamos allí hablando.

-Rocío: "¿Cómo es que os han dejado traer cubatas?"

-Pablo: "A ver, no te creas que estamos todo el día así, pero como es nuestro primer videoclip, hacemos una excepción para celebrarlo de algún modo".

Tras varios vasos y algún baile agarrados de la cintura, al final de la tarde nos fuimos al camerino a por nuestras cosas.

Nos sentamos desganados sobre un sofá de lo cansados que estábamos y con tan mala suerte que casi me caigo encima de Pablo.

Me apoyé en su hombro, me agarró por el cuello y seguimos hablando bastante más rato.

-Pablo: "Muchas gracias por haber participado".

-Rocío: "De nada. Como ya sé la dinámica de las grabaciones, a partir de ahora veré muchos más videoclips. Por supuesto, también echaré un vistazo a los making of y me acordaré de hoy. Por cierto, cuando publiques más vídeos ya me avisarás y los veo, o si quieres que venga a acompañarte, aunque no vuelva a aparecer o lo que sea, me llamas".

-Pablo: "Suscríbete al canal para enterarte de todo".

-Rocío: "Vale, ahora saco el móvil. Bueno, muchas gracias por todo".

Lo abracé y nos quedamos unos segundos así hasta que nos apeteciera levantarnos.

Estábamos a muy pocos centímetros y de repente, los dos nos fuimos acercando.

Mientras nos besábamos me acarició el rostro con los dedos de la mano que le colgaba de mi cuello y yo le puse una mano sobre la mejilla.

Nos despedimos y por primera vez tuve muchas ganas de llegar a Murciapara tumbarme en la cama a escuchar esa música que hasta entonces me habíaparecido tan ridícula.