El Tercer Asalto IV

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*Este capítulo es bastante largo*


NARRA ROCÍO

Aparqué en la calle de Pablo y le mandé un whatsapp a Noe y Bache para avisarles de que ya había llegado.

Bajé del coche, me dirigí al edificio, toqué el timbre de abajo y pensé: "Bachelli, perdóname".

Subí al ascensor. Hoy los dos teníamos nuestra parte guionizada. Primero la suya, lo que Noe le había dicho que tenía que hacer desde que yo llegara hasta que nos sentáramos. Después la mía.

Había practicado mi guión de la escena del sofá tantas veces que me daba la impresión de que estaba a punto de comenzar a interpretar en frente de un público real. En total, todas las canciones duraban hora y media, más los tres cuartos de hora que pasarían aproximadamente desde que entrara hasta que nos sentáramos en el sofá.

Pablo abrió la puerta de casa sonriéndome: "Buenas tardes, señorita".

-Ro: "Buenas tardes". Le devolví la sonrisa forzadamente y entré.

Llegamos al salón.

-Pablo: "Ahí en la mesita tengo algunas nuevas letras. Si quieres, échales un vistazo".

-Rocío: "Vale, ahora las miro. En la última semana he estado escuchando mucho tus canciones".

-Pablo: "Mientras, voy a cocinar quinoa con verduras".

-Ro: " Yo he traído coulant". Lo saqué el pack del bolso y se lo entregué.

Pablo se metió a la cocina a preparar la comida y comenzó a cantar 'La Vie En Rose'.

Pensé: "Este tío me va a poner dolor de cabeza. Por cierto, qué obediente: está haciendo todo justo como Noe le dijo".

Cogí los papeles y comencé a leer. En casi todas las canciones mencionaba 'quitar la ropa', 'desnudo' y 'hacer el amor'. Parece que no sepa escribir otra cosa. Qué salido está. Ya me advirtió mi prima cuando 'Éxtasis' comenzó a sonar en las radios. Normal que la primera vez que fue al programa de Bertín Osborne dio a entender fuera de cámaras que no podría vivir sin sexo.

Como era todo el rato lo mismo, dejé los papeles y aproveché para ensayar lo que me tocaba hacer en ese momento en el cortometraje: me levanté a mirar por la ventana y comprobé si en la pata de la mesita de antes estaba el pack de las palomitas, por si casualmente Pablo había hecho lo mismo que su personaje. Menos mal que ahí el pack no estaba porque si no, me montaría un chiringuito para leerles la mano a los aficionados tras cada partido.

Cuando Pablo sacó la quinoa, le dije de broma: "Tendrías que haber cocinado boquerones", mientras hice como que sacudía uno por la cola.

-Pablo: "Por cierto, ¿te han gustado las nuevas canciones que has estado leyendo antes?"

-Ro: "¡Cómo no me van a gustar si son tuyas!" Me reí porque me había salido bien la primera improvisación de la tarde. Espero no tener que enfrentarme a muchas.

Pablo se fue a por los coulants y al regresar, hice como en el cortometraje: imaginarme a Bache saliendo de la cocina a cámara lenta con dos tiramisús sonriéndome. Tuve que aguantarme la risa.

Ya que en el guión, Bache me dice: "Que aproveche, señorita", le dije a Pablo: "Que aproveche, señorito".

Mientras nos comíamos el coulant continué pensando en el cortometraje. Ya que su personaje me prepara una mezcla con el coulant y el mío comienza a toser cuando toma la primera cucharada de lo malo que es el sabor, le hice un spoiler: comencé a toser de repente para seguir ensayando.

Te Volvería A LlamarWhere stories live. Discover now