Someone like you. [Ámbar & Matteo]

04

ÁMBAR:

Traté de ignorarlo, pero se me hacia muy imposible. Su mirada demostraba no estaba nada feliz, yo no podía evitar no miralo, por más que quería desviarle la mirada se me convertía en un obstáculo imposible. Trate de fija r mi mirada en Simón, quien me observaba atento.

Mis amigas comenzaron a alejarse lentamente, inventado cualquier excusa, así que preferí irme con ellas. Además, era la mejor manera de evitar un seguro, muy incómodo momento de preguntas.

—Voy con ustedes chicas. — dije, mientras me colocaba aún lado de ellas, y escapaba de los brazos de Simón, él me miro confundido. Sin embargo, no dijo nada.

—Claro, como quieras amiga. — hablo Delfi, y comenzamos a caminar, lejos de ahí, a cualquier otro lugar del Blacke.

—Uf... Por poco, y te descubren. — dijo Jazmín, ya que estábamos algo lejos, yo la miré mal, pero de todas maneras asentí.

—Así es. — dije seria, soltando un suspiró.

—Lo bueno fue que no paso. — habló Delfi, mientras nos adentrábamos a él aula, Jazmín se dedicó a buscar unos libros. Yo y Delfi, platicabamos.

—Si, me salvaste gracias. — dije agradecida, mientras me acomodaba en la silla.

—No hay de qué. — dijo y soltó una pequeña risa. Yo asentí.

—¿Y yo, donde me dejas? — reclamó Jazmín, fingiendo una pose molesta, a lo que yo y Delfi, nos miramos extrañas, para luego soltar una fuerte risa.

Estaba, en un momento divertido con mi amiga, sin embargo no podía dejar de pensar en Matteo, no se él por que. Me regañe internamente, ¡No Ámbar, no debe importarte! ¿Si?, me dije para mi misma. ¡No debo pensar en él!  Dije y luego solté un suspiró.

MATTEO:

La miré, ahora todo dentro de mi estaba destrozado. ¿Como es qué pudo...? Mas bien, como no. Es su novio y eso es algo qué yo debo aceptar. Ámbar, ya no es nada mío, así que no tiene que importarme lo que haga, pero ¡Por favor! Me importa, y eso no lo puedo negar.

Era muy difícil pensar en que ella ahora estaba haciendo su propia vida, que era feliz con alguien más. Aunque lo debo aceptar, ella algún día volvería a hacer su vida, y era obvio qué yo era una de las personas que no iba a pertenecer en ella.

La mire alejarse con sus amigas, por él momento mantuve una mirada fulminante a Simón, al igual que él. Pero a pesar de todo no ocurrió nada, sólo se fue con sus amigos, evitándome a como diera lugar, hice lo mismo y seguí mi camino, sin interrupciones.

Iba caminado, con muchos pensamientos en mi cabeza, fue ahí cuando choqué con alguien, y no tarde mucho en darme cuenta sobre quien se trataba.

—¡Hola, chico fresa! — dijo alegremente, a lo que yo sólo forcé una sonrisa, mientras miraba a otro lado.

—Hola. — dije desviando la mirada, por todo él Blacke.

—¿Qué pasa, todo bien? — dijo en un tono de preocupación. —No te gusta que te llamé así, ¿verdad?  — concluyó y sólo negué.

—No es eso Luna, sólo que ahora no estoy del todo bien. — admiti, y ella asintió, haciéndome mirarla.

—¿Qué pasó? — cuestionó.

—Sabes, no se si deba... — fui interrumpido.

—¿Qué, acaso no confías en mi, Matteo? Ni como amigos. — dijo algo decepcionada.

—No es eso, sólo que... Prefiero guardar mis temas. — dije seguro, ella sólo asintió. Y miro a otro lado, era evidente que le había molestado lo que dije.