CUATRO

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El silencio que reinaba en el automóvil del azabache era uno muy cómodo, a decir verdad.

La ventana en el puesto de Jimin se encontraba abajo y la cabeza del rubio estaba apoyada en el marco de la puerta, sintiendo como la fría brisa de la madrugada impactaba contra su rostro y a su paso desordenaba su cabello.

Yoongi se encontraba conduciendo el vehículo y Jungkook se hallaba dormitando en el sillón de atrás.

Ni una palabra había salido de la boca de Jimin desde que habían abandonado el local donde se había realizado la venta. Y Yoongi no trataría de forzarlo a que dijera nada. El imaginaba el dilema interno que debía estar ocurriendo en la cabeza del menor, pues al no saber qué sería de él desde ese momento era un poco fuerte. Y no se equivocaba, Jimin sabía que sería del si se iba con una persona como Lee, lo más seguro es que se convirtiera en un juguete sexual, pero con Yoongi... Simplemente no sabía que esperar de su futuro. Y eso le aterraba. El automóvil se fue deteniendo suavemente hasta quedar aparcado frente a una linda casa. Jimin imaginó que ahí bajarían. Pero la mano de Yoongi impidió que se moviera.

-Jungkook - Habló por primera vez el pelinegro en todo el trayecto - Ya estamos en tu casa.

Jimin pensaba que el apuesto chico era algún amigo adinerado del mayor, por eso había tenido esa cantidad de dinero o por eso mismo estaban en un auto tan lujoso como aquel. Jungkook se levantó observando por la ventana su casa con la luz de la sala encendida.

- Gracias por traerme Hyung. Y fue un gusto conocerte Jimin. - Sonrió y como acto seguido abrió su puerta para salir.

- No sabía que tú madre estaba en la ciudad - Dijo Yoongi antes de que este terminara de bajar del automóvil - Debe estar preocupada porque no has llegado, no me extrañaría que se haya quedado toda la noche despierta.

- ¿Por qué lo dice Hyung? - Preguntó extrañado

- Las luces - Respondió obvio el pálido señalando la casa.

- Si claro- Respondió el menor un poco nervioso- Mejor me apuro.

Tras decir esto y cerrar la puerta del carro, hizo una pequeña reverencia y se dirigió a paso apresurado a su hogar.

- Hyung- Habló Jimin por primera vez luego de casi 10 minutos desde que habían dejado al castaño - ¿Que pasará conmigo?

Yoongi se extrañó, puesto que no sabía a qué se estaba refiriendo Jimin

- ¿A qué te refieres? - Preguntó deteniendo el coche frente a un semáforo.

- Yo... - Jimin meditó durante unos segundos lo que iba a decir, ya que no quería que sonara mal -Se puede decir que tenía claro que pasaría conmigo si me compraba cualquier persona, pero con usted, no sé qué pasará.

- ¿Qué hubiera pasado si te hubiera comprado cualquier otra persona Jimin? - Yoongi no era estúpido, él sabía muy bien que hubiera pasado, pero necesitaba que Jimin lo dijera.

- Hyung... - Dijo Jimin con un suspiro - Yo sería el juguete sexual de alguien en estos momentos.

- ¿Y por qué yo soy diferente? ¿Por qué crees que no te quiero para lo mismo? - Indagó Yoongi mirando de reojo a Jimin y como este se abrazaba a sí mismo.

- No lo sé - Contestó sin dudar.

- Solo tengo el presentimiento de que usted no quiere hacer nada malo conmigo.

- Es porque es así Jimin. Lo último que quiero es que te hagan daño.

- ¿Por qué yo? - Cuestionó sintiendo su mirada nublada.

¿Y si te compro? [Yoonmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora