SIETE

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- Vamos Yoongi Hyung -Dijo Jimin haciendo un puchero tras el mayor, el cual desde que se había levantado, estaba de mal humor.

Bueno, pero es que levantarse con una caída de la cama no era lo más agradable del mundo. Cuando el rubio fue a despertar al contrario, a pesar de todos sus intentos, debido al pesado sueño del mayor, fue una ardua tarea. Terminado por un estruendoso y doloroso final. Desde el momento en que el mayor recuperó toda su lucidez se había dado a la tarea de ignorar completamente al más pequeño, Yoongi era un casca rabias y eso estaba quedando más que claro en ese momento.

- Ya mocoso, te perdono. -Una amplia sonrisa se plasmó en el rostro del rubio, hasta que cayó en cuenta de algo.

- ¡Me llamaste mocoso! -Exclamó indignado- ¡Hyung! -Las risas afloraron totalmente de Yoongi, provocando una clara expresión de disgusto en el menor.

Yoongi no sabía exactamente cuánto tiempo había pasado desde que se levantó, pero sabía que estuvo por lo menos 30 minutos ignorando a Jimin. Regresó a su habitación y se sentó en la cama. Se recostó en esta con intención de volver a dormir, porque aunque pareciera falso, ese era el fin de semana perfecto para él; dormir, dormir y dormir, pero al ver que Jimin le miraba fijamente se levantó algo resignado.

- ¿Qué te parece si te cambias y salimos a algún lugar? Será divertido.

Jimin rió, pero no exactamente de la emoción, sino de la cara que puso el mayor al momento de ver que el cielo estaba oscureciendo y no precisamente por hacerse de noche.

- Bien, olvida lo que dije, nos vamos a quedar en casa, aquí también hay muchas cosas divertidas por hacer.

Jimin contenía sus ganas de reír aún más, veía al más alto despeinado, con ropa desacomodada y con una forma de hablar que mostraba que aún estaba un poco dormido a pesar de haberse despertado ya hace tiempo.

- Hyung, ¿Por qué mejor no nos quedamos hablando en cama? Parece que estás muy cómodo ahí. -Jimin soltó una pequeña carcajada aunque Yoongi quería reclamarle sobre su comentario, la forma en la que Jimin reía era demasiado tierna como para ser interrumpida.

- Me parece bien, solo déjame traerte algo. -Tras decir eso Yoongi se levantó y se dirigió a la cocina, pero antes de que Jimin comenzara a preguntarse qué hacia allí, el mayor regresó con una caja la cual apenas cabía sus brazos, caja que por dentro tenía varios envases de helado. Helados de todos los sabores y colores, bueno, tampoco eran tantos, pero definitivamente Jimin no conocía la mayoría.

- ¿Te gusta el helado Jimin? Pensé que tal vez te gustaría hablar mientras que comemos algo más dulce. -Yoongi se sentó en un costado de la cama mientras dejaba la caja sobre esta.

- Me gusta... Bueno más bien me gustaba, creo que no he comido ni un poco desde - Analizó durante una fracción de segundo lo que estaba a punto de decir - Hace algún tiempo -Optó por decir al final - ¡Pero me gusta la idea! Creo que es amable de tu parte Hyung, y creo que no debo preguntar si a ti te gusta porque bueno...tenías todo esto. -El mayor rió negando lentamente con su cabeza.

- Un consejo Jimin, pregúntame algo antes de intuirlo, porque te llevarás algunas sorpresas, ya que este helado no es mío. -Se calló durante un segundo y rectificó-. Bueno si es mío, es un obsequio que me dio mi familia con la excusa que me hará sentir mejor y esas cosas, pero yo no soy un fanático del helado, sólo comencé con este que es vainilla francesa la cual amo desde pequeño, pero por mí los demás se vencerían ahí.

- Entonces... ¿Quieres que me los acabe contigo? -Preguntó Jimin mientras cada vez alzaba más su cabeza para lograr ver bien todos los helados.

- Mi plan era que tú te los acabaras.

¿Y si te compro? [Yoonmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora