Me quedé mirando a Michael. Sus ojos estaban abiertos como platos pero no estaban posados en mí, si no en Sam. Caminé hacia mi amigo sin comprender que hacía allí y menos a estas horas de la noche. Debería estar cuidando a su hermano ya que su madre no estaba en casa, o eso pensaba yo. Oí los pasos de Sam detrás de mí, eso me tranquilizó un poco, y entonces cogí fuerzas para preguntar.
-Michael, ¿que haces aquí? Es muy tarde...
-Venía a pedirte perdón por lo de esta mañana, no ha estado bien -dijo sin apartar la mirada de Sam.- ¿Que hace este aquí?
-Este tiene nombre y se llama Sam. Es un amigo mío -le contesté girándome hacia el nombrado.- Creo que será mejor que te vayas...
-Creo que será mejor que me quede.
Suspiré y me volví para seguir hablando con Michael. Se había levantado y estaba frente a mí. Sus ojos reflejaban el enfado que llevaba encima y no lo entendía. La que tenía que estar enfadada era yo. Él era el que no me había tratado bien. Yo solo había quedado con un amigo para pasar la noche.
-Si, quedate... Será lo mejor -pronunció esas palabras utilizando el sarcasmo.- ¿Que haces con este tipo?
-Como ya te he dicho es un amigo y había quedado con él para pasar la noche ya que cierta persona no estaba disponible -me estaba empezando a cabrear, no entendía su comportamiento.-
-¿Y él piensa así? ¿Que solo sois amigos? -escupió las palabras con desprecio. Sus ojos se volvieron a posar en Sam.-
-Hey, amigo, tranquilizate. Yo no he hecho nada malo -dijo Sam intentado tranquilizar el ambiente.-
-¿Y si no quiero? ¿Que me vas a hacer? -dijo acercándose a Sam. Le frené empujando suavemente su cuerpo.-
-Michael, por favor. Estate quieto.
Se acercó a mi demasiado y eso provocó que diera un paso atrás. Me choqué otra vez con Liam y, de repente, se le caió el tulipán de las manos. Michael se quedó mirando el tulipán y entonces me alarmé. Se iba a enfadar más de lo que ya estaba, pero esta vez con razón.
-Alice, quitate del medio... -me ordenó Michael, pero no le hice caso.- Alice...
Me quedé mirándole fijamente advirtiendole con la mirada que no me iba a mover, que no estaba de acuerdo con sus intenciones. No sabía que le estaba ocurriendo a Michael, se estaba comportando de una manera muy extraña, parecía fuera de sí como si fuera otra persona.
-Ya sé que quieres protegerme pero te estás pasando. Él no es una mala persona, no me ha hecho daño ni nada por el estilo.
-Lo siento, pero no puedo creermelo. Después de lo que te hizo...
-¡No me hizo nada Michael! Solo malinterpretamos su comportamiento, nada más...
Michael estaba muy furioso, demasiado, y me asusté. Caminó hacia mi pero solo chocó conmigo golpeandome el hombro y se dispuso a irse. Me llevé la mano al hombro, me había hecho daño. Liam se dió cuenta.
-¡Eh! Ten cuidado con ella. Es tu mejor amiga, respétala.
-Tu a mi no me hables de respeto -espetó acercandose amenazadoramente a Sam.- No eres la persona adecuada para hablarme de respeto.
-¿Estás seguro? Porque yo no he menospreciado a Alice en ningún momento.
La situación se me estaba yendo de las manos y, en efecto, se me fue. Vi como Michael le soltaba un puñetazo a sam en la cara. Abrí los ojos como platos, me acerqué a ellos y cogí a Michael por el brazo arrastrandolo fuera. Se dejó llevar pero en cuanto le solté se quedó quieto.
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