Capítulo 4.

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Me levanté de la cama y encendí la luz de mi cuarto. No podía dormir, no en ese estado. El chico de los tulipanes no salía de mi cabeza y necesitaba aclarar todo este tema, necesitaba saber por qué hacía esto. Si tenía suerte le encontraba en el campo. 

Sin pensarelo dos veces me puse mis martens granates y mi chaqueta, cogí mi móvil y busqué mi linterna, también me la llevé conmigo. Salí de allí cerrando la puerta detrás de mí y haciendo el mínimo ruido posible. Arranqué el coche y me dirigí hacia el campo. 

Me puse nerviosa a medida que me acercaba al campo, así que puse un poco de música para tranquilizarme. En esos momentos estaba sonando 'Alone Together' de Fall out boy, ese grupo me gustaba bastante. Me fui tranquilizando y siguieron sonando canciones, pero no conocía ninguna. Al cabo de diez minutos llegué, aparqué donde siempre y, cogiendo la linterna, salí del coche y me dirigí hacia el árbol. 

A mitad del camino oí unos ruidos extraños y comencé a asustarme. Me giré hacia los ruidos pero no veía nada así que dí media vuelta y volví hacia el coche. Había sido un completo error venir hasta aquí. Oí otro ruido y me giré repentinamente para comprobar que no había nada ni nadie, pero una voz, detrás de mí, me asustó mucho más. 

-Es peligroso salir tan tarde. 

Me giré hacia la voz y le apunté con la linterna. El chico de los tulipanes estaba apoyado en la parte delantera de mi coche. Intenté tranquilizarme, la respiración se me había agitado y me puse muy nerviosa. 

-Pensaba que no vendrías -me dijo al ver que yo no decía nada.-

-Pues pensabas mal -le contesté tartamudeando.- Quiero que me lo expliques, el por qué de todo esto... Me lo has hecho pasar bastante mal, ¿sabes?

-Pues esa no era mi itención. 

-¿Ah no? ¿Entonces cual era? -comencé a tranquilizarme.- ¿Asustarme? ¿Gastarme una broma?

-¿Me dejas explicartelo todo desde el principio? -dijo interrumpiendome. Se aclaró la garganta y siguió.- Recuerdo que entraste en la panadería de mi madre con tu amigo haciendo jaleo. Estaba lloviendo, buscabais refugio y entrasteis ahí. Le preguntasteis a mi madre si no había problema en que os quedarais ahí y a mi madre no le importó. Me asomé para ver quienes eraís y entonces te ví. Esa sonrisa y esa mirada me atrapó. Estabas en tus peores condiciones pero yo te seguía viendo preciosa. Antes de que me descubrierais me alejé de vosotros y me fui. Estuve un par de noches sin dormir, no te podía sacar de mi cabeza, pero un día te encontré. Estabas comprando material para pintar y luego te metiste en tu coche. Decidí seguirte con mi moto y para que no me descubrieras guardé cierta distancia entre nosotros. Y entonces parastes en ese campo, ese precioso campo del cual nadie sabía nada excepto nosotros dos. Decidí utilizar eso para poder observarte y para poder vigilarte. El otro día decidí acercarme más pero por lo visto la cagué, no debí hacerlo... Y luego se me ocurrió dejarte tulipanes, para que te dieras cuenta de algo... 

Me quedé atónita al escuchar esas palabras. Recordaba ese día a la perfección. Ocurrió el día del cumpleaños de Michael, hace unos cinco meses. Lo que no sabía es que, gracias a ese día consiguiera sacar todo esto. ¿De que quería que me diera cuenta?

-¿De querías que me diera cuenta...?

-¿Aún no te has enterado? -me contestó. Yo negué con la cabeza haciéndome la tonta.- Quería que te dieras cuenta de que tienes un "admirador secreto"...

Me quedé mirándole con los ojos abiertos como platos y me puse nerviosa. Ahora lo entendía todo. Yo pensaba que la historia era totalmente diferente, que tenía un final catastrófico. Yo y mi pobre imaginación. ¿Por qué en mi cabeza no puede acabar nada bien? 

Pequeño tulipán.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora