Los años pasaron y con ellos Valentín creció, ya casi acababa sus estudios, sólo le faltaba un años para terminar la universidad y finalmente ejercer esa profesión que si bien le gustaba al mismo tiempo se le hacía tan difícil.
Ese día en su universidad habría un taller para todos los de su salón, quien lo proporcionaría era nada más y nada menos que el multimillonario más joven cual les daría consejos sobre como triunfar. Como siempre Valentín no le presto atención, ni siquiera quiso saber de quien se trataba, sólo se concentraba en sus estudios; y eso era lo que había hecho desde que Benjamín lo dejó, sólo concentrarse en sus estudios y en sus escasas amistades que no iban más lejos de su hermana, Andrea, y su mejor amigo Silvian.
Valentín al salir al receso previo a aquel taller, sacó una pequeña lonchera que contenía su comida favorita, por más que su mejor amigo lo molestará por llevarla para el era mejor que comprar comida en la calle.
Mientras caminaba comiendo chocó accidentalmente con alguien provocando que su comida cayera desparramada en el suelo; Valentín se mantuvo mirando su comida con lágrimas en los ojos.—Lo siento...— dijo el contrario con una voz bastante gruesa y rasposa provocando un evidente sonrojo en Valentín quien levantó de inmediato la mirada para ver a aquel hombre.
Cuando el cruce de miradas se hizo presente Valentín quedó pálido, el hombre era mucho más alto que el, con rasgos tan varones que dejaron a Valentín embobado y lo que lo dejó pálido, sus ojos, los reconocería en cualquier lugar esos ojos con heterocronía cuales eran uno de un avellana claro y el otro de color gris.
—Ben... —susurró provocando que el contrario reaccione retrocediendo rápidamente como si aún fuera un niño pequeño y no tardó en alejarse a un paso acelerado sin decir nada más.
Valentín busco alcanzarlo pero en su trayecto fue detenido por Silvian quien lo levantó del suelo aprovechando su pequeña estatura.
— ¿Q-que haces? Estoy en algo importante...— se quejó Valentín pataleando para soltarse.
—No es nada importante que estés siguiendo a un "tipo" que ni siquiera conoces...además vi lo que paso, si querías golpearlo podías simplemente decirlo.
—¡Sueltame!— grito Valentín con algunas lágrimas provocadas por la impotencia.
—No te voy a soltar...la loca de tu hermana quiere que nos veamos después de clases y no quiero ir sólo.
Valentín suspiro resignado mientras se dejaba llevar en brazos.
Tras una pequeña conversación con ambos sonó el timbre haciendo que Valentín reaccionó y fue rápidamente al taller. En cuanto entró, se sentó en silencio leyendo un libro, después de un par de minutos entró a la sala aquel hombre subiendo al escenario.
— Para comenzar con este taller me presentaré...Mi nombre es Benjamín Brown— saludo con un movimiento de mano y en cuanto fijo su mirada en Valentín quedó embobado.
Valentín al escuchar el nombre se levantó y no dudo en acercarse sin importarle si alguien se burlaba de el; frente a los presentes que lo veían anonadados subió al escenario tomando la mano de Benjamín firmemente mientras lo llevaba fuera del salón. Al estar fuera, Valentín, lo observó detenidamente.
— Eres un maldito idiota...— susurró Valentín antes de ponerse de puntillas para lograr besarlo.
Por inercia Benjamín se acercó para besar al menor alejándose este de inmediato.
— ¿Enserio crees que te permitiré besarme?— susurro Valentín con un claro tono de decepción.
—Tu eres quien se acercó a mi...— respondió el mayor completamente confundido— al menos deberías decirme tu nombre después de haber armado toda esa escena
— Valentín...pensé que algo te acordarías de cuando me abandonaste
—No se de que hablas...yo no conozco a ningún Valentín— desvió la mirada afirmando su mentira recibiendo de inmediato una bofetada de parte del menor.
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Juego de niños (Yaoi/Gay)
Short Story¿Cuanto te podría lastimar un amor infantil? Para Valentín la respuesta es demasiado, debido a un error cometido en su infancia...ese error llamado Benjamín.