Los años pasaban y Valentín sufría cada vez más para lograr mantenerse a sí mismo y a Vanessa cual había ingresado a tercer grado de primaria. Desde que la niña entró a la escuela comenzaron las preguntas "¿Dónde esta mi papá?", "¿Porque no recuerdo a mi papá?", "¿Porqué no pasa conmigo el día del padre?". Todas aquellas eran sus típicas preguntas cada día del padre y cada vez destrozaban más al pobre Valentín que poco a poco olvidaba más a Benjamín o eso creía ya que aquel rubio aún lo tenía completamente enamorado.
Era ese mismo día el cual tanto odiaba Valentín —el día del padre— y como siempre después de pasar una larga jornada de trabajo se dirigió a la escuela de la niña para poder ir a almorzar juntos. En cuanto Vanessa lo vio se puso a llorar y corrió a abrazarlo.
— ¿Qué sucedió?—Valentín alarmado la levantó.
— Todos se rieron de mi por no tener papá...
Valentín optó por abrazarla mientras caminaba fuera de la escuela hasta llegar al muy pequeño departamento en el cual vivían. Las preguntas habían vuelto y Valentín estaba a punto de llorar hasta que hubo un punto que lo destrozó por completo.
— ¿No estamos con mi papá porque el no te quería?
— ¡Ya callaté Vanessa! Nos fuimos porque tu padre no nos quería ahora para de nombrarlo—tras gritarle a la niña de encerró en su habitación cayendo en llanto inmediato.
Vanessa comenzó a llorar y tomó la decisión de escapar, salió corriendo del departamento y llegó a la calle decidida a buscar a Benjamín. Mientras caminaba terminó por perderse en aquella zona completamente desolada llena de bares y prostíbulos de mala reputación.
•••
Valentín al escuchar la puerta salió corriendo en busca de Vanessa y al no encontrarla salió de la casa muy preocupado con esperanza de encontrarla.
•••
Vanessa entró a uno de los muchos bares buscando alguien que la llevará a su casa con la coincidencia de que Benjamín se encontraban en aquel lugar, bebiendo con varios chicos que lo besaba y hacían otras muchas cosas para seducirlo. Uno de los guardias le informó a Benjamín que una niña había entrado y el parecido que tenía con el.
Benjamín algo embriagado fue hacia la niña mirándola cuidadosamente.
—Este no es lugar para niños...—Benjamín miraba con cierto despreció a la niña por el exceso de alcohol.
—Y-yo...estaba buscando a mi papá y me perdí
—Bien ¿como se llama tu papá?—Benjamín sacó su celular para buscar el nombre.
—No lo se...
—¿Cómo te llamas tu?
—Me llamo Vanessa Brown —la pequeña sonrió
En cuanto Benjamín escucho el nombre volvió a la sobriedad tomando la mano de la niña para sacarla de aquel bar y llevarla a su casa; durante todo el camino la niña le hizo preguntas sobre el porque no vivía con ellos provocando un alboroto en Benjamín de sólo recordar a Valentín, ese día de invierno que se habían conocido, cuando lo abandonó para encontrarlo años después separándose una vez más por obra del destino. Tras dejar a la niña durmiendo en un muy lujoso hotel Benjamín se dirigió nuevamente a aquellas calles en donde encontró a Valentín con un hombre mayor con una evidente intención de abusar de el mientras que Valentín sólo sollozaba.
La escena sacó aquel lado en Benjamín que hace mucho no había visto, aquel lado que sólo pensaba en el amor que sentía por Valentín. En un impulso provocado por ese sentimiento tomó al hombre proporcionándole un fuerte gripe llegando a romperle la nariz.
—M-muchas gracias... yo...—Valentín abrió los ojos y al ver a Benjamín retrocedió cuando su corazón comenzaba a acelerarse.
— Tienes entendido que tu eres sólo mío ¿Verdad?
Benjamín sonrió tomando a Valentín entre sus brazos con cuidado de no dañar las evidentes heridas que tenía gracias a aquel hombre.
—¿Qué haces aquí?—susurró Valentín escondiendo sus llorosos ojos en el pecho de Benjamín.
—Vine por ti...Y porque...encontré a Vanessa
Valentín sonrió aliviado y no dudo en besar a Benjamín de una forma muy romántica y tierna que de inmediato fue correspondida para minutos después separarse.
—te amo tanto, hace mucho que te amo y ahora que...tu tienes a nuestra hija...No sabes lo mucho que te amo—Valentín hablaba rápidamente hasta que fue silenciado por otro beso que le sacó una adorable sonrisa.
—No quiero vuelvas a estar por aquí sólo...—ordenó Benjamín a lo que el menor aceptó abrazándolo.
—Pero por favor...Llévame con mi bebé...
Benjamín asintió y lo cubrió con su chaqueta por la ventisca que azotó y tomando su mano lo llevo al auto dejándolo completamente cubierto con diferentes abrigos que al ser de Benjamín le quedaban sumamente grandes.
Los minutos pasaban y a medio camino Valentín cayó profundamente dormido.
—Ben...no me dejes...Te necesito...—balbuceo el menor de dormido provocando una sonrisa en el contrario que sólo optó por acariciar su mejilla.
•••
Al llegar al hotel dejó a Valentín sobre la cama durmiendo al lado de la niña para luego cubrirlos con una manta y salir del hotel nuevamente.
A media noche Valentín se despertó y la no ver a Benjamín sus ojos se llenaron de lágrimas hasta que lo vio durmiendo en el sofá, se acercó y acompañado de una sonrisa de felicidad Valentín deposito un tierno beso en sus labios antes de volver a dormir.
A la mañana siguiente Valentín despertó por la insistencia de la niña dirigiéndose a la pequeña estancia donde había un gran corazón de flores con un cartel al centro; al leerlo sus ojos se llenaron de lágrimas de felicidad.
"El amor como lo presentan es tan irreal, simulando que sólo se basa en la unidad eterna pero eso esta erróneo y nadie mejor que nosotros para demostrarlo... Demostrar como el amor puede destruirte y reconstruirte... como el amor puede volverse en odio y el odio en amor... por eso lo decidí, no voy a permitir que te vuelvas a alejar... por eso, quiero preguntar..."
Benjamín sonrió al verlo y acercándose por detrás terminó por colocarse de rodillas frente a Valentín.
—¿Quisieras casarte conmigo?— Valentín asintió y no tardó en abrazar a su amado en un romántico y hermoso momento.
FIN
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Juego de niños (Yaoi/Gay)
Short Story¿Cuanto te podría lastimar un amor infantil? Para Valentín la respuesta es demasiado, debido a un error cometido en su infancia...ese error llamado Benjamín.