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A la mañana siguiente Valentín despertó por los primeros rayos de sol que habían entrado por la ventana. Al abrir los ojos quedo muy confundido ya que esa no era su habitación y tampoco era un hotel simplemente estaba en la cama de alguien que ni siquiera recordaba.

Valentín; decidido de encontrar a la persona con la había estado en la noche; se levantó soltando un fuerte grito de dolor en su cadera y de inmediato cayó al piso dándose cuenta de que un poco de semen escurría por su pierna.

— Así que ya despertaste... No era necesario que te levantes — Valentín comenzó a temblar cuando escucho aquella voz simplemente se metió entre las sábanas escondiéndose para llorar.

— Vete, no quiero verte— susurró Valentín buscando que el nudo en su garganta no se notará, de inmediato Benjamín dejó la charola que traía en manos para poder descubrir las sábanas.— Déjame, prometo que me iré en cuanto logre mantenerme de pie...sólo no quiero verte

—Valen, por favor, no hice nada para que me trates de esta forma

Valentín quería gritarle todo lo que había causado en el todas esas veces que se vieron pero simplemente no pudo, no se creía capaz de enfrentarlo y no entendía porque.

Pasaron un par de minutos hasta que Benjamín se cansó de esperar y tras depositar un cálido beso en la cabeza del menor salió de la habitación.

— Si decides verme, estaré abajo...hay alguien que quiere conocerte— susurró Benjamín antes de salir provocando diferentes sentimientos en Valentín sentimientos que no eran nada buenos.

Tras un par de segundos intentando calmar sus celos, Valentín se vistió y bajo sosteniéndose de todo lo que podía para no caer. Al llegar abajo vio como una mujer robaba un beso a Benjamín quien tenía consigo a una pequeña niña de no más de cuatro años, fue instantáneo el dolor que rompió su corazón y no pudo hacer otra cosa que salir de aquella casa lo más rápido que pudo ignorando todos los intentos de Benjamín para detenerlo.

Benjamín al verlo salir llorando simplemente no pudo más y cayó de rodillas al piso por toda la impotencia que se acumulaba en el.

Valentín —ignorando por completo el dolor— llegó corriendo a su departamento tirándose a la cama con el corazón roto por aquella escena que volvía una y otra vez por su mente.

Al cabo de un par de horas su celular comenzó a sonar y al ver de quien se trataba no pudo no contestar.

— No quiero que me vuelvas a llamar Ben...

— Valen, sólo debes escucharme, te prometo que no es lo que parece

— entonces dime que si es...Yo lo entendí como que tu estas casado y tienes una hija

— esta bien...Si es lo que parece, pero tiene una explicación

— No voy a ser tu juguete, puedes buscarte a alguien más que te crea la explicación

Tras ese comentario Valentín colgó la llamada antes de apagar su celular. No podía parar el llanto se sentía engañado, impotente y lo principal, se sentía un estúpido por haber confiado en Benjamín.

Por otro lado, Benjamín estaba en un estado sumamente deplorable por intentar encontrar la manera para convencer a Valentín de escuchar.

—Sólo fue un beso, no era necesario tanto drama de parte del niño— decía aquella chica mientras se burlaba de Benjamín con actos infantiles.

—¡No entiendes que no quiero nada contigo!— Grito Benjamín mientras caminaba por todas partes sumamente molesto y con esa pequeña niña sosteniéndolo de una punta de su playera.

—Un divorcio no significa que no pueda besarte

—Precisamente eso significa...si te veo una vez más aquí, juro que...

La amenaza de Benjamín fue cortada por los tiernos balbuceos de la pequeña provocando que aquella mujer fuera sacada de la casa por los guardias de seguridad.

En cuanto Benjamín atendió el pedido de la pequeña la tomó saliendo de la casa para dirigirse al departamento de Valentín del cual con dificultad había descubierto la ubicación. Al llegar a este no se molestó en tocar la puerta, sólo dejó a la pequeña a un lado y con un fuerte golpe rompió la cerradura entrando a la casa no sin antes dejar a la pequeña en un sofá corriendo a la que creyó era la habitación de Valentín cual por suerte acertó.

Al entrar, Benjamín quedó sumamente impresionado por la escena; Valentín abrazaba su almohada como si se tratara de un oso de felpa con los ojos cerrados.

—¿Por qué lo hiciste Ben? ¿Por qué no entiendes que aún provocas un alboroto en mi?— susurraba a su almohada llorando.

—Tal vez porque tu también lo provocas en mi

Valentín impresionado volteó a verlo quedando sumamente sorprendido mientras se lanzaba a los brazos de Benjamín para besarlo.

Juego de niños (Yaoi/Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora