Aire, eso es lo que necesito, aire.
Al salir del gimnasio y despedirme del entrenador me encuentro con una oleada de gente con los móviles en alto. Me entra el pánico pensando que están aquí por mí. Pero en cuanto el entrenador sale detrás de mí y todos lo rodean a él respiro profundamente y sigo caminando. Camino en silencio hasta el aparcamiento y me siento en un banco cercano al coche de Gared para esperarlo.
Cuando ya llevo un rato ojeando Instagram una mano me toca el hombro y hace que levante mi mirada.
—¿Nos vamos ya?—Asiento y me levanto para entrar al coche.
Cuándo termino de sentarme coloco la mochila en el asiento trasero y me pongo el cinturón. Miro al frente y en un coche me encuentro a una mujer con una cámara fotográfica apuntando en nuestra dirección.
—Gared, sal por la derecha, ni se te ocurra salir por la izquierda.—Bajo los parasoles y me pongo la capucha.
—¿Por qué? ¿Qué pasa?—Aunque está confundido me hace caso y no sale junto a la chica del coche negro.
Cuando el tamaño de su objetivo va aumentado de a poco me agacho más en el asiento hasta que estamos ya en la carretera dándole la espalda.
—Murphy, ¿Qué acaba de pasar?
Piensa rápido Murphy, piensa como Flash. Porque o le dices la verdad o quedas como una estúpida, y siempre es mejor la segunda opción en esta vida de idiota que llevas.
—Mi exnovio, era mi exnovio.—Gared gira la cabeza momentáneamente para mirarme asombrado.—Sí, terminamos muy muy mal, horrible, no nos podemos ni ver.—Sacudo la cabeza, para darle realismo al drama y me quito la capucha.
Subo los parasoles y me siento bien en el asiento.
—¿Y para que tú exnovio no te vea tuvimos que dar toda esta vuelta? Murphy, eres increíble.—resopla y sigue conduciendo.
—¿Gracias?—murmuro mirándolo confusa.
—Ni gracias ni nada, eres una dramática, chica.—Sonríe mientras toma un curva.
—Bueno, tú tampoco eres perfecto, podemos recordar el día que apareciste llamando a la puerta de mi habitación cómo loco porque una chica que seguías en Instagram te había hablado por privado pidiéndote quedar y no sabías como decirle que no.—Se me escapa una carcajada cuando me acuerdo de su cara de terror.
—¡Fue hace un año! ¿Podrías dejar de recordarlo siempre que puedes?
—Soy Gared, el chico más guapo del campus y el que tiene a todo el mundo bajo sus pies, pero no sé decirle que no a una chica.—Imito su voz para hacerlo reír, tengo que admitir que me sale muy bien.
—Ajá, lo que tú digas.—Me río y él sonríe negando con la cabeza mientras aparca en un sitio libre delante del edificio.
Bajamos del coche y caminamos a la puerta de nuestro bloque. Pero de repente muchas puertas de coches empiezan a abrirse a la vez y en menos de dos segundos tengo una marea de cámaras y micrófonos alrededor de mi cara.
Mierda, mierda y más mierda, ¿Cómo me encontraron tan pronto? ¿Cómo?—Murph, ¿Qué es esto?—Escucho a Gared preguntar.
—Pues... ¿Te acuerdas de cu...?—un periodista me interrumpe colocando su micrófono más cerca de mi cara y hablando.
—Alteza, ¿Puede confirmarnos que esta es su actual pareja?
—No daré declaraciones, muchas gracias.—Sonrío y agarro la mano de Gared para arrastrarlo dentro de la marea de gente de vuelta al coche.
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Algo
FantasyAlgo. Con esa palabra describes tantas cosas, puedes referirte a un oso, a un muerto, a un vivo, a un pequeño bebé, a un anciano o incluso a una sensación. La gente intenta describir el amor, yo ni lo intento, porque no sé si es o fue lo que sentí...