Pensamientos confusos.

10 0 0
                                    

*Narra Kozakura*

Estaba perdida en las nubes, sin pensar en nada que no fuera lo ocurrido ayer al final del día, me sentí muy rara, sobre todo cuando me mencionó que estábamos muy cerca, ni cuenta me había dado.

-Oye, Kura, ¿Me estás escuchando?-Me decía una voz, volví al presente, y la miré, un poco avergonzada, era Takara, mi mejor amiga.

-¿E-Eh? ¡Sí! Claro, lo siento, estaba un poco perdida en mi cabeza.-Dije, a lo que me respondió con una pequeña risita.

-Hehe, bueno, ya, ¿En qué estabas pensando? ¿Un chico, tal vez?.

-Eh, algo así... Senichi, tuvimos una discusión ayer, la típica, pero... Me sentí rara en cierto punto... Hice algo que ni siquiera tenía pensado hacer.

-¿Qué hiciste? ¿Lo golpeaste? ¡Dímelo!-Decía esperando ansiosa mi respuesta.

-No lo golpeé, pero...-Me daba vergüenza decirle, ni siquiera yo sabía porque me lo acerque, o porque me sentí rara cuando me aleje de él.-Tuvimos un acercamiento que no planeé, fue algo raro, y me sentí muy diferente cuando lo solté, ni siquiera yo sabía que ocurrió.

Takara me miro sorprendida, casi sin palabras, no sé qué era lo que estaba pensando, hasta que luego de unos minutos habló.-Oye, ¿Exactamente qué sentiste cuando ocurrió eso?.

-Bueno, me sentí... Bien, fue un acercamiento un poco agradable... Aunque, por alguna razón me sentí vacía cuando me pidió que lo soltara.-Dije un poco avergonzada, y Takara me tomó de los hombros mientras me miraba fijamente.

-No estarás pensando en él de otra forma que no sea odio, ¿Verdad?

Giré mi cabeza intentando evitar su mirada.-Bueno, quizás si lo intentara... Podría ser su amiga.

-Espero que solo sea eso, sino, no sé qué harás.

Esas fueron nuestras últimas palabras hasta que terminaron las clases, y yo, me quedé un rato más, Takara ya se había ido, y yo estaba sentada mientras veía a Senichi completando lo de clases de nuevo, tomé valor, y me levanté de mí asiento dirigiéndome hacia él.

-Hola, Senichi...

-¿Qué quieres?

-Eh... Lamento lo de ayer...

Me miró sorprendido, era la primera vez que alguno de nosotros se disculpaba con el otro.-¿Estás bien?

-Sí... Pero, no lo tomes tan normal, es sólo porque quiero que al menos podamos decirnos algo sin querer matarnos.

Se levantó y se acercó a mí, volví a sentirme igual que ayer, era una mezcla entre sentirme bien, y confundida a la vez.

-Bueno entonces, ¿Lo dejamos como amigos?

Lo tomé de la camisa y lo acerque aún más, dejándolo muy cerca de mí, mi corazón se aceleraba de una forma que nunca antes lo hizo, aunque no supe porqué.

-No quiero ser tu amiga, dejémoslo en paz simplemente.

Me tomó de la cadera suavemente y yo lo miraba un poco sonrojada mientras me decía.-Está bien, paz entre nosotros, tonta.

Me separé rápidamente muy confusa, tomé mis cosas y lo mire una última vez antes de irme.

-¡Adiós, idiota!

-¡Nos vemos, tarada!

Entre el amor y el odio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora