Wonsik pensó que algo andaba mal con Hongbin desde hacía días. Lo había visto sonriente una última vez en la sala de ensayo mientras intentaba huir de un Hakyeon sudoroso y extremadamente empalagoso. Luego, toda esa amabilidad se había ido a la mierda y tal vez él tenía algo qué ver.
Tenía la certeza de que algo había molestado a Hongbin hasta el grado de hacerlo lucir exhausto y envejecido. Debía de esconder algo tan grande que su cuerpo no podía soportarlo. Y Wonsik quería creer que no era por lo que había ocurrido hacía un par de semanas atrás.
Tal vez Hongbin contara con un gran corazón que en ocasiones podía llegar a ser tan inamovible como su determinación, sin embargo, estando en su límite solía volverse un sujeto frágil y fácil de perturbar. Por lo tanto, escuchar a Hongbin alzar la voz, y tan tarde en la noche, le sobresaltó a pesar de que ya lo veía venir. Claro que jamás se imaginó que aquel rumor fuera la razón. Wonsik conocía a su amigo, y sabía del inmenso y desapercibido apego que sentía hacia Hakyeon, por lo que no estuvo seguro de cómo tomar su airada reacción.
Hongbin se había levantado y muy alterado apretaba sus manos en puños que, si alguien no se apresuraba a intervenir, estrellaría contra algo.
Acababan de escuchar una declaración bastante inusual y aún así, la actitud de Hongbin había sido lo más difícil de digerir para todos.
Conmocionado, Hongbin no miraba a su hyung a la cara. Tenía una expresión dolorosa en su rostro de Adonis que parecía tallada por unas manos desesperadas. Incluso su respiración se hizo audible en el silencio, y era errática y parecida a la que antecede al llanto.
–Vamos. Cálmate –pidió Hakyeon a Hongbin –. Lamento si te hizo enfadar. No quería que te lo tomaras a mal.
Hongbin negó. Con sus ojos cerrados, lucía como que no estaba dispuesto a aceptar sus palabras.
–No debiste haberlo dicho, hyung. No ahora. No en este momento –replicó, aflojando sus manos.
–Debía hacerlo. Quería que lo supieran –Hakyeon miró con tristeza a Hongbin.
–Si, pero no así –respondió él en un murmullo –. ¡Ahora todos creerán en ese puto rumor!
Hongbin pasó por el lado de Hakyeon tan rápido que no le dio tiempo para retenerlo. Taekwoon ya no bloqueaba el pasillo, así que Hongbin se encerró de nuevo en el baño sin que nada se lo impidiera.
–Lo siento, chicos –Hakyeon se dirigió a los demás bastante decaído –. Desearía no disculparme por lo que siento, pero creo que debo hacerlo.
–No, hyung. No es necesario –se apresuró a decir Hyuk.
–Sí. Claro que lo es –habló Taekwoon de pie tras Hakyeon.
Ambos se miraron detenidamente durante un segundo y eso bastó para que Hakyeon luciera deprimido. Taekwoon estaba enfadado y le había dado la espalda a Hakyeon con frialdad.
Al ver esto, Wonsik se puso de pie y gruñó furioso.
– ¿Disculpa? ¡Hey! Detente y escucha, hermano. No seas patán.
Taekwoon se detuvo a medio camino y dio media vuelta con lentitud. Al notar que Wonsik le hablaba a él, frunció su ceño, claramente cabreado.
–Hakyeon-hyung no tiene razones para pedir perdón por lo que siente –continuó Wonsik en un tono para nada conciliador.
–Oh, claro. Ya que comparten todo y son tan cercanos ¿de repente vas a ser su protector también? –le contestó Taekwoon. Y por la forma en la que se acercaba, fue obvio que no estuvo de acuerdo con Wonsik –. Y no te atrevas a hablarme así de nuevo. ¿Te quedó claro?
– ¿Ah, sí? Creo que he estado haciendo un muy buen trabajo siendo su amigo, mientras tanto ¿tú a qué has estado jugando, eh?
–Está bien. Basta –ordenó firmemente Hakyeon, interponiéndose entre ambos.
–No quieres meterte en mi camino, Wonsik. No te atrevas a hablar de lo que no tienes idea –continuó Taekwoon, mirando por encima del hombro de Hakyeon.
–He dado una orden. Vete, ahora.
Taekwoon le dirigió un último vistazo a Hakyeon antes de retomar la marcha y encerrarse en su cuarto. No sólo Taekwoon estuvo aliviado de no tener que compartir habitación con alguien más, Hakyeon también estuvo agradecido de que ninguno de los miembros tuviera que lidiar con él hasta la mañana siguiente.
Wonsik no lo había notado, pero Jaehwan le había tomado del brazo con fuerza. Vio un movimiento por el rabillo del ojo y se giró justo en el momento en el que Hyuk se encongía en su lugar y abrazaba sus piernas, enterrando su rostro en ellas.
Se sentó junto a él y tocó uno de sus hombros para llamar su atención, pero Hyuk se estremeció y sollozó en silencio.
–Lo lamento, Hyukie –le dijo Wonsik al oído, intentando consolarlo –. Pero Leo-hyung es un imbécil.
– ¡Ravi! –habló Jaehwan por primera vez en la noche.
–Es mi culpa –murmuró Hyuk entre sus manos, con la voz quebrada y temblando ligeramente, como nunca habían tenido la oportunidad de verlo.
– ¿Eh? –dijeron Wonsik y Jaehwan al tiempo.
–Todo acabó mal por mi culpa. Ahora no sólo Hakyeon-hyung se debe estar sintiendo como una mierda. También hice que se pelearan entre ustedes.
– ¿A qué te refieres? –preguntó Jaehwan.
–Fui yo quien se acercó a Hyung y le contó acerca del rumor que nos dijiste. Prácticamente lo obligué a confesar y ahora Hongbin-hyung debe estar odiándome también.
Wonsik miró a Jaehwan con sorpresa y de nuevo miró a Hyuk.
Jaehwan dejó de lado cualquier réplica e hizo que Hyuk levantara el rostro de sus manos para que les mirara con ojos tristes.
–Hyuk-ah, ¿por qué dices eso? –preguntó.
Hyuk sorbió por la nariz y Wonsik se apresuró a limpiar sus mejillas húmedas y sonrojadas.
– ¿No es obvio?
–No –respondieron al unísono.
–A Hongbin-hyung le gusta N-hyung.
Wonsik se paralizó y Jaehwan alzó la mirada, reparando en que Hakyeon no estaba en la habitación.
–No digas tonterías. ¿Cómo podrías saberlo?
– ¿Acaso no viste su reacción? Le dijo a N-hyung que no debió haberlo dicho, que no era el momento. Seguramente se refería a sus sentimientos.
Jaehwan se lo pensó un instante, pero se negó a creerlo. A Wonsik le perturbaba otra cosa y no las palabras de Hyuk.
– ¿Y si Hakyeon-hyung hablaba de Hongbin? –se aventuró a decir.
–Ravi, te juro que estás comenzando a exasperarme –le advirtió Jaehwan.
–Sólo piénsalo, hyung. ¿Adónde crees que se fue Hakyeon-hyung justo ahora?
Hyuk asintió, de acuerdo con Wonsik.
–Debe haberse encerrado con Hongbin en el baño.
–No sé para qué me molesto –susurró Jaehwan, levantándose del sofá –. Ustedes están locos. Voy a prohibirles ver más dramas.
Y desapareció por el pasillo.
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Podrías ser tú... o yo.
FanfictionUn bailarín los vio, le contó a una estilista y el rumor se esparció como un virus por la empresa. Jaehwan lo oyó, se lo dijo a dos de ellos y otro ya lo sabía. -Me gusta un chico.-Les dijo Hakyeon, y fue así como Taekwoon se enteró. - ¿Quién es...