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Sé acabó la cena y volvimos a casa. Laura seguía un poco preocupada después de soltarle en el coche aquello seguía pensando.

-Mañana daremos una vuelta con los chicos ¿Te vienes?- dijo Aleix mientras que comía galletas oreo y leía un libro de Jhon Green, mi escritor favorito mientras que estaba acostada en mi cama.

-no, me gustaría quedarme en casa y estar un poco relajada. Estoy cansada

-bueno, pues cualquier cosa nos llamas- dijo Aleix

-¿Laura también se va?- pregunté

-No, Laura se tiene que ir de vaiaje por temas de trabajo

-Ah vale, pues yo me quedo en casa sin problema además me encuentro algo mal.

-Vale enana. Hasta mañana- dijo Aleix dándome un beso en la frente

-Ehh Aleix- dije antes de que se fuera

-Dime- dijo mirándome

-Te echaba de menos

-Yo también. Menos mal que estás en casa- no pudo evitar sonreír

Me acosté ya que estaba muy cansada. A la mañana siguiente me levanté muy tarde pero no podía moverme todo me daba vueltas y la cabeza me dolía muchísimo la cabeza.

-Dios gripe no- pensé ya que hasta la garganta me dolía

Miré mi móvil y tenía 5 llamadas perdida de Pol.

-Hola Pol- dije algo afónica

-Enana, ¿estás bien?- dijo al otro lado de la línea

-Mmm creo que he cogido un resfriado

-Creo que Aleix tiene medicinas intenta buscar

-Sí y tranquilos que yo me las apaño sola

-adiós enana.

Seguía acostada en la cama sin poder abrir los ojos cuando escuché la puerta de abajo.

Seguro que es Aleix pensé.

-Hola- dijo una voz y no era la de Aleix. Al mirar hacia la puerta estaba Jorge con un gran bolsa

-¿Qué haces aquí?- pregunté

-Pol me llamó diciéndome que estabas algo malita y te he traído medicinas para que te recuperes y tu galletas favoritas

-¿Oreos?

- de todas las que habían

- al final me vas a caer bien y todo- y empecé a reírme

Se sentó a mi lado y me dio la medicina. Había traído un termómetro y rozaba los 40°.

- te voy a traer paños y nada de abrigarte

-imposibme me mueeo de frío. Vivo rodeada de nieve

Me sonrió y desapareció.

Estuvo todo el día conmigo. Hablábamos de todo lo que escuchábamos y a veces me dejaba dormir por la fiebre pero numca se separó de mí.

-hola peque- dijo Pol acordándose a mi lado mientras que me despetaba

-hola enana- dijo Aleix al otra lado de la cama

-Jorge se ha ido. Ya es tarde y veo que la fiebre te ha bajado un poco pero no lo suficiente asi que nos quedaremos en tu habitación- dijo Pol

- vamos a traer los colchones para dormir- dijo Aleix

Jorge se había ido y no me había dicho nada.

La hermana de los EspargaróDonde viven las historias. Descúbrelo ahora