Se deslizaban a través de tus hombros, cariño mío. Se burlaban de nuestros cabellos lacios.
Cada rizo oscuro en tu cabeza, sonreía con impureza.
Se jactaba en su belleza, en tus hombros delicados.
¿Por qué dios se tomó la molestia, de cada rizo moldear por separado?
Oh tus rizos, oscuros, oscuros, vacíos.
Y entonces un día se fue la suavidad de tus hombros, porque con rudeza, tomaste sin pensar dos veces las tijeras.
Rizos en el mármol, inundaban de negro el suelo, quien moría cada vez que ellos lo besaban.
¿Mi amor? ¿No te da miedo? Cortar tus rizos al ras de tu cabeza.
Cariño, entraste en la tormenta femenina, querías dejar de ser. femenina.
¿Es por eso que cortaste tu cabello? ¿Es porque para gritar "libertad", debías hacerlo?
Cariño, cariño, los rizos en el suelo.
Miro tu cabello y se hace polvo, pero sigue ahí, no se ha ido, mi amor. ¿Qué has hecho?.
Tu feminidad va desde tu cabello hasta el suelo.
No, tú no eras Sansón cariño, tú cortaste tu cabello y lo conservaste, sin embargo.
Mira la delicadeza de esos rizos al ras de tu cumbre, nacen como las flores en primavera, se asoman con suavidad y me miran. Sonríen.
Ellos han nacido, cariño, son rizos rosados porque eso representan, en tu delicadeza, en el eterno femenino.
Son flores de verano, rosas como tulipanes, pero más hermosas. Porque son tuyas, sin nombre.
¿Puedo acariciar tu cabello? Quiero recorrer el cielo con mis dedos.
Déjame mirarte, déjame amarte. Sólo quiero.
Prometo que no voy a lastimarte, incluso si tú gritas "libertad" y yo no puedo.
Prometo acurrucar tu cuerpo frío.
Siente esas ondas recorrer tus dedos, como la dualidad de la materia, como el sonido.
Quiero mirarte arte, pintarte cuadros, sólo voy a escribirle poemas a tus chinos.
Rizos rosados, porque eres tú, porque el cielo se vuelve rosa cuando me miran de esa forma. Me seducen.
Tú lo odiarías ¿no es así?, que el rosa sea "femenino", tú lo odiarías.
Pero cariño.
No es el estereotipo, es lo que transmite.
Como tus rizos.
Lamento quebrantar tus chinos.
