Capítulo 3 (1/2)

200 74 9
                                    

*Ariana

Eithan fue muy amable por acompañarme a casa, se quedó esperando hasta verme entrar. Me preguntaba si no tendrá problemas para encontrar el camino a su casa sin problema.

No me podía sacar de la cabeza su lindo rostro. ¿Pero qué estoy diciendo? No me gusta sonar tan cursi, pero si una cosa es verdad, es que ese chaval es guapo. Tiene una mirada tan profunda que dudaría la posibilidad de poder verla en cualquier otra persona.

Subí a mi cuarto y cerré la puerta para evitar las voces de mis padres peleándose. Me lancé a la cama con la mochila aún puesta y me quité vagamente las vans negras que llevaba puestas durante todo el día. Menos mal que decidí ponerme zapatos cómodos, ya que nos hemos pateado la ciudad entera.

Saqué la cajita azul que me regaló mi hermana, no la abrí delante de Eithan para evitar cualquier pregunta inapropiada e incómoda. Retiré la tapa y saqué la carta que había en su interior, debajo había unos chocolates y una bolsita de m&m's. La desdoblé, me puse las gafas y empecé a leerla.

"Querida hermanita;
Se que las despedidas son duras pero siempre en algún momento de la vida iba a ocurrir, tarde o temprano. Sabes claramente que me mudo por la situación intolerante de cada día en esta casa, sin embargo, hay algo que no te he contado. Estoy embarazada. Eres la primera persona en saberlo aparte de Rubén. Como comprenderas, no quiero que mi hijo crezca en un ambiente donde un par de borrachos se la pasan peleándo cada día.

Pensarás que estoy siendo egoísta contigo, pero antes de que digas nada, quiero que vayas a mi habitación y que abras el primer cajón del escritorio. Encontrarás un juego de llaves.

No se si te acuerdas, pero la abuela antes de morir hace 6 años, me las entregó. Son las llaves de su casa, me digo que cuidara de ti hasta que te vea preparada para que puedas vivir sola y seas indepdndiente.

Quiero que cogas las llaves y hagas las maletas, y cuanto antes, te traslades a su casa, que a partir de este momento es tuya. Estos últimos meses he estado preparándola y cambiando algunos viejos muebles.
Al lado de "tu" nueva casa, vive Kat, una vecina de la abuela que cuidaba de nosotras cuando pequeñas, no creo que te acuerdes de ella ya que solo tenías 3 años antes de que se marchase temporalmente a trabajar en el extranjero.

Kat se encargará de que estes bien y que no te falte nada. Te echaré mucho de menos renacuaja."

No me lo puedo creer, estaba llorando de la emoción, agradezco muchísimo a mi hermana de que me entregara las llaves de la casa de la abuela. Significa mucho para mí. Ella era la única que de verdad nos cuidaba aparte de nuestro abuelo, el cual murió un año antes que ella. Pasabamos la mayoría de nuestra infancia con ellos. Eran como nuestros padres. Los echo mucho de menos.

(...)

Mi habitación era pequeña asi que no tenía mucho que recoger. Hize las maletas y metí todas mis prendas en la mas grande, tenía mucha ropa pero no tenía tiempo para separar lo que usaría y lo que no.

En una maleta de esa que son de mano, guardé todas las fotos que tenía sobre mi mesita y guarde a Bobby mi perrito de peluche que me acompaña desde muy chiquitita. No se como he logrado meter el armario entero en las maletas, pero al menos ya está todo recogido. No  me daba pena abandonar está casa, ni siquiera notan mi presencia cuando estoy no creo que la vayan a echar de menos cuando no vuelva.
                              (...)

7:00 AM
Me vestí con la misma ropa de ayer para ir al instituto, ya que lo demás estaba metido ya en maletas. Saqué de nuevo la carta y miré la dirección donde estaba la casa. "Calle trujillo 17"
Estaba al lado del parque, recordé que solía pasear con mi abuela por allí con su antigua perrita Layka.

A TRES MILÍMETROS DE TÍDonde viven las historias. Descúbrelo ahora