Dos segundos definitivos
Heari
«Respira, Heari, respira»
—¡Estoy segura de que te ha tallado!
La voz de Kimi absorbió todo el aire que podía respirar al entrar de súbito al vestidor donde me encontraba con la mano en el pecho por el susto que me había causado su abrupta acción.
—¡Kimi, cierra la puerta, estoy semidesnuda! —chillé.
Rápidamente la cerró y me miró estupefacta. —¿No te ha quedado? Pero si...
—No quiero seguir haciendo esto, Kimi. —dije recogiendo mis ropas con las manos temblorosas y haciendo todo lo posible por vestirme.
—Pero... ¿Qué estas diciendo? —su voz denotaba preocupación.
—No puedo, Kimi. Llevaré cualquier vestido, eso es lo de menos... lo que importa es que él y yo digamos sí.
—Sí sabes que nuestras madres se preocuparan si sales y dices eso ¿verdad?
—Les explicaré... necesito aire.
Y tambaleándome salí del pequeño vestidor. Por Dios. No podía seguir allí friéndome entre tantas expectativas de la boda y el vestido. El pastel, las chongas, las flores, los manteles, los adornos, aquí, allá... ¡Estaban volviéndome loca!
—¿Qué ha sucedido? —dijo la madre de Kimi al verme llegar hasta ellas sin el vestido.
Mi madre me miró preocupada, pero entendiendo que todo esto era demasiado para mí con solo mirarme.
—Tienes la blusa al revés— dijo mi madre.
Me miré. No me preocupaba.
—No quiere tallárselo— refunfuñó Kimi llegando tras de mi, seguida de las dependientas y la diseñadora.
Claro, no era ella a quien estaban asando con todo este caos.
—Heari ¿Qué ocurre, hija?
Necesitaba respirar.
—Iré con el vestido crema. —respondí tomando mi cartera de los sillones a nuestro lado. —Eso es lo de menos. Kook me está esperando. Las veo después.
—Jimin me ha dicho que Kook está con él. —dijo Kimi.
Me detuve. Estaba acorralada.
—Bien. —dejé mi cartera sobre el sillón. Me adelanté hacia Kimi y tomé el vestido.
***
El día había llegado. Me miré al espejo y descubrí que un cabello se había salido del moño y se enredaba en las aplicaciones del velo. De cualquier manera, las bodas se caracterizaban por eso ¿verdad? Siempre había algo que las hacía inolvidables.
Respiré profundo y cuando tocaron a la puerta, tomé la falda de mi vestido para ayudarme a girar.
—Dicen que es de mala suerte ver a la novia antes de la boda, pero no creo que sea importante dado a que pienso robármela antes.
Miré a Jimin a través del velo y con delicadeza lo deslicé hacia atrás. Él tenía una sonrisa de esas que no tardaban en hacerte derretir. Tener 27 años no le asentaba mal. Sacó sus manos de los bolsillos de su prestigioso pantalón y se adelantó para tomar mi mano.
—¿Me permite secuestrarla, Señorita Lee?
—Acortejar de esa forma no lo llevará muy lejos, Joven Park.

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DOS SEGUNDOS POR SIEMPRE
FanfictionDerechos de Autor ©, 2018 Alma Lo En la siguiente entrega, Dos Segundos por Siempre, se relata una recopilación de capítulos inéditos sobre la historia de amor entre Heari y el Joven J. de la novela My Mentor. My Mentor Una novela escrita por Alma...