Capítulo 3: Nombres

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20/05/18 11:50 P.M

Le abrí a la abuela; después de un rato me había preparado una rica comida. Ella se quedó en la sala de estar; ya había anochecido y mamá aún no había llegado.

-Su junta se debió haber alargado -pensé mientras terminaba mi leche tibia con mis galletas-

-Yo me quedaré contigo hasta que mamá llegue ¿Si? Anda ya ve a la cama que es tarde y tienes que ir al colegio mañana -con una leves palmaditas en mi espalda se alejó-

Camine a mi habitación poniéndome la pijama para acostarme y descansar aunque sabía que eso no pasaría; tarde un poco en conciliar el sueño, me preguntó...¿Qué estará pasando? A lo mejor tenía insomnio; al mirar mi reloj me percate que eran las 11 P.M.

-No puede ser...-me di varias vueltas en la cama para tratar de conciliar el sueño mejor y si que dio resultado, no tarde en quedarme profundamente dormida-

Alguien me agito levemente poniendo una de sus manos con suavidad en mi espalda y otra en mi mejilla, su tacto era cálido...como si me estuviera acariciando con nostalgia; me levanté de golpe por alguna extraña razón sobresaltada y alejándome un poco de aquella persona que hizo que está se sorprendiera un poco.

-¿Ocurre algo, pequeña? -la chica que siempre aparecía en mi sueños era la que me había acariciando con nostalgia; su mirada preocupada y las manos en su regazo me hizo sentir algo extraña-

Decidí acercarme nuevamente pidiendo disculpas por la acción exagerada que había hecho, ella soltó una sonrisa conforme y me abrazó tiernamente mientras veíamos la puerta abrirse.

-¿Quién es? -había preguntado en voz alta sin querer, la verdad que según yo lo había pensado-

Una figura conocida entro con una bandeja en manos; por alguna extraña razón me emocioné al verlo y la chica me soltó, me levanté a ayudarle con la bandeja y lo abrace después.

-Eh...¿Cómo te encuentras? Al parecer estás feliz de verme -Una sonrisa alegre se pintó en su rostro causando algo de envidia en la chica-

-aquella se cruzó de brazos disgustada- ¡No puede ser posible! -se levantó y agarro uno de los sandwiches que en la bandeja estaban dándole un mordisco-

Algo en mi cabeza me carcomia hacia que dije sin pensar soltando al chico y con una mirada vacía.

-¿Cómo puedo confiar en ustedes si no se sus nombres? Me parece absurdo -con indiferencia los miré, que, al parecer causo algo de alarmó en su postura-

-¿Como dices? -la chica de ojos marrones estaba dispuesta a ponerse encima mío en forma de ataque pero el chico colocó una de sus manos deteniendola-

-Tiene razón; no hemos sido tan educados con ella -quito su mano de la chica y se agachó a mi estatura- Dime Ina

-la chica rendida suspiró volviendo a su sonrisa alegre y divertida acercándose a nosotros y agachándose de la misma forma- Siento mucho la forma en la que actúe pequeña -recalco preocupada- soy Lina

Sus rostros se me hacían conocidos; no porque haya soñado con ellos en varias ocasiones, es solo que...

-me agarre la cabeza con fuerza que hizo que ellos se mirarán el uno a otro interesados por la situacion-

Poco a poco sentía que caía en un hueco profundo en el que no podía salir por más que estiraba mis brazos, allí fue donde empecé a sentir una gran presión en mi cuello, como si alguien estuviera tratando de estrangular me; cerré los ojos con fuerza y cuando volví a abrirlos me percate que estaba en el piso de un almacén y una figura oscura estaba encima mío tratando de estrangular me; la presión que hacía sobre mi cuello era demasiado fuerte, pataleando y agarrado sus manos para que me soltara pero no...no sirvió para nada, su deseo de sangre era más fuerte que mis ganas de respirar.

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