No vale la pena llorar por él [Paperhat]

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Flug se encontraba caminando por los pasillos. Tenia que bajar a comer, 5.0.5 le estuvo insistiendo mucho y demencia ya se estaba hartando de llevarle su comida. Todos estaban muy preocupados por el científico, todos menos una persona, bueno, un demonio.

A Black Hat no le importaba si tenia problemas emocionales o si se encontraba en esa etapa a la que le llaman depresión. O eso aparentaba hasta ahora.

A paso lento y tambaleante llego al comedor. 5.0.5 sabía que Flug almorzaría esa tarde con ellos, por eso preparó su plato favorito. Cosa que, aunque sea, le levantó un poco el animo al doctor.

- ¡¡Bolsita!!¡Si viniste! -dijo la chica alegre de que Flug, al que consideraba como una madre, se atreviera a salir de su cueva.

- ¡Raw! -justo entro 5.0.5 con el último plato que faltaba en la mesa.

-Hola chicos -lo dijo casi en un susurro. En el estado de ánimo en el que estaba le era difícil elevar su voz o tener un tono menos triste.

Todos se sentaron a comer. El silencio era perturbador, nadie se atrevía a romperlo, o bueno, nadie del comedor.

- ¡FLUG! ¡VEN PARA ACÁ! -se escucho esa voz demoníaca que resonó por toda la mansión.

- D-Disculpen chicos -dijo mientras se paraba y salía de la sala con los ánimos hasta el suelo.

Camino decaído hasta la oficina de su jefe, sin preocuparse si estaba demorando demasiado. Su tristeza no lo dejaba pensar muchas cosas.

Al llegar a la enorme puerta tocó tres veces, escuchando, luego, el típico "pase" de su jefe.

- Te demoraste -se escucho molestia en su voz.

- D-Disculpe, jefecito.

- Solo que no se vuelva a ocurrir, idiota.

- Sí.

- Bueno, vamos al grano. Te llamé para saber si ya tienes el rayo de no sé qué que te pedí.

"Mierda" pensó Flug, que se le había desaparecido de la mente la existencia de ese proyecto. Solo se quedó en silencio.

- ¿Lo tienes o no? -preguntó con frialdad mientras se paraba de su silla, acercándose lenta pero intimidantemente a su subordinado.

- N-No lo tengo, s-señor -un susurro casi inaudible para el villano salió del doctor.

- ¡GRANDÍSIMO PEDAZO DE ESCORIA! -dijo agarrándolo de la playera- ¡¿CÓMO QUE NO LO TIENES?! YO TE ACEPTÉ TENER A ESE PACOTILLA COMO NOVIO SI ES QUE NO PERJUDICABA TU TRABAJO ¡PERO MIRA QUE PASÓ!

Flug no mostró ninguna sensación, ni siquiera tembló, con sólo mencionarlo ya se le quitaba las ganas de defenderse.

- S-Señor, J-José t-termino conmigo -su voz se quebrada y las lágrimas brotaban, le era tan difícil recordar eso.

Black Hat lo soltó, notó cada gota que caía de sus ojos, cada sollozo que se escapaba de su boca. En el fondo estaba feliz de deshacerse de esa escoria, pero no le gustó verlo así. Sin embargo, era Black Hat. El más grande y poderoso villano de todos los tiempos y, como todo el villano que es, se le era difícil expresarse. En especial si no había amado nunca antes.

- ¡HA! Felizmente se fue ese bastardo de nuestro radar, era solo un estorbo para esta organización -Flug se molesto por este comentario, cosa que se pudo dar cuenta el villano- Doctor, no vale la pena llorar por él.

Black Hat se acercó a Flug y, dudoso, puso su mano en su hombro mientras que este se secaba las pocas lágrimas que salían de sus ojos. Flug estaba sorprendido, jamás escucho algún apoyo de su jefe hasta ahora.

- G-Gracias, jefecito -una cálida sonrisa se formo en sus labios y su corazón se llenó de alegría.

De pronto el villano se alejo bruscamente, casi tirándolo, con un sonrojo casi verde en su rostro.

- ¡B-Bueno, ve a trabajar inútil que ni siquiera tienes el rayo desintegrador!

- S-Sí, jefecito chulo -y salió de la oficina, con un nuevo pero ligero sentimiento en su corazón. Uno de esperanza por un nuevo amor.

Mientras que el ensombrerado se recostó en su sillón, apenado por lo que acababa de hacer. Pero con un sentimiento de tranquilidad en su oscuro "corazón".

Eran muy pocas veces las que se expresaba así y no le disgustaba mucho.

"Podría acostumbrarme" pensó.

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Es lo más cute que he escrito hasta ahora.