Desayunaba en la mañana cuando recibí una llamada telefónica de Hwasa, pidiéndome que fuera a su apartamento porque según ella "tenía algo importante que decirme".
Yo estuve algo distante con ella esta semana debido al trabajo y los estudios, pero más que nada porque sí, estaba celosa de su acercamiento con Wheein.
O sea, yo lo veo desde este punto de vista. Imagínate que tienes a tu mejor amiga de años y derrepente tienes que cambiarte de casa, te cambias y ¡Bam!. Resulta que ahora vives al frente de una hermosa, interesante e inteligente chica que te va a dejar comida todas las tardes cuando vuelves del trabajo y está constantemente preocupada de ti.
Todo marcha de maravilla y luego de la nada tu mejor amiga y tu crush se conocen y parecen llevarse extrañamente bien. Tanto que te aislan de sus círculos cercanos y se ven como si ellas fueran mejores amigas una de la otra.
¿Cómo demonios esperan que me sienta al respecto?.
No tengo idea yo tampoco, ahora mismo mi corazón está dividido entre la felicidad de que mi mejor amiga no odie a mi crush y la ira que me produce que se vean tan amigables juntas.
Incluso si fueran pareja se verían divinas juntas, cosa extraña porque por lo que yo sé, ambas son completa e irremediablemente heterosexuales.
No como yo, que me distraigo mirando las piernas de las chicas de la universidad.
Porque si, soy la amiga lesbiana de la brillante cantante Hwasa. Quien es la máxima ídola de toda la población femenina del país y ahora mismo me dirijo a su humilde hogar ubicado en el centro de la ciudad.
Cerré mi apartamento y me quedé un momento frente al de Wheein, pensé en invitarla durante una fracción de segundo y me arrepentí a la siguiente. Si Hwasa quería hablar conmigo, sería a la única a quien le hablaría.
Seguí mi camino hacia afuera del edificio. Miré el ascensor un momento y me decidí a usar las escaleras. Después del incidente de hace unos días me di cuenta de que debería fortalecer mis piernas, ¡Los ladrones corren realmente rápido!.
Llegué afuera y respiré hondo, la ciudad era un asco. Las calles estaban atestadas de autos y la gente permanecía con un semblante horrible, al parecer la crisis económica y los avisos de lluvias no dejan a nadie indiferente.
O simplemente las caras de culo resultan el componente básico de una sociedad fracasada y retrógrada.
En todo caso ya no importa, ni uno ni lo otro tiene arreglo. Miré a ambos lados de la calle y emprendí mi viaje a pie porque el tránsito no sirve para nada.
Aunque por un momento pensé en tomar un Uber. Más que nada por encontrarme con aquella linda conductora que hizo tanto por mi hace tres días, pero ¿Cuál era la probabilidad de encontrarla de nuevo?.
Era otra de mis ideas estúpidas.
Pero la chica era realmente linda.
Llevaba como una hora caminando cuando recordé que tenía su teléfono. Revisé el historial de Uber y guardé a la chica en los contactos.
S
O
L
A
REra un nombre muy bonito, me decidí a recordarlo. En una de esas me la encontraba, a veces el mundo se hace pequeño.
Caminaba, caminaba y caminaba. Iba en la hora y media de caminata y ya sentía que me estaba cansando, así que tomé un taxi para el tramo que me quedaba.
Durante todo el camino me fui tratando de recordar el nombre y el rostro de la chica, con sus lindas mejillas y su larga trenza teñida de rubio. Fue tanta la concentración a la que llegué que cuando le pagué al taxista casi le digo "gracias, Solar".
El pobre hombre quedó mirándome con una cara de "¿Y esta qué se fumó?" y yo al percatarme de eso salí disparada del taxi, roja de la vergüenza.
Di un par de suspiros frente al edificio de Hwasa y luego pensé "quizás deba calmarme un poco" así que fui en busca de algo que me creara una distracción.
Caminé una cuadra y encontré un minimarket, donde compré un par de cervezas y unas bolsas de papas fritas, más que nada para sobrellevar la conversación con Hwasa tratando de no pensar en Wheein.
Miré el edificio desde lo lejos y me dije "quizás pueda terminar mi mini rutina de ejercicios si subo esos siete pisos".
Y me decidí a hacerlo, iba en el tercer piso cuando necesité urgentemente un descanso. Dejé mis bolsas a un lado y me senté junto a una planta que parecía muy bien cuidada. Luego de un rato me paré y mientras recogía mis cosas vi una caja de color blanco con un recibo debajo.
La tomé con curiosidad, tenía un par de gotas sobre ella. Saqué el recibo y lo leí, al parecer el aparatito estaba a nombre de una tal "Solar".
Tomé el aparato y las bolsas entre mis manos y volví a subir las escaleras, pensando en que era imposible que fuera ella. Iba en el sexto piso cuando sentí un llanto algo ahogado y me dije "no puede ser".
Subí el último piso y miré hacia el pasillo, confundida y al mismo tiempo segura de algo.
Tenía que devolver el teléfono a su dueña.
Me acerqué a la rubia arrodillada frente a la puerta de mi amiga y le puse la caja junto a su mejilla izquierda, para que notara la presencia de su objeto perdido.
Ella se detuvo un momento, miró atónita la caja y luego posó su vista en mi.
Estuvimos así un par de segundos y luego le pregunté:
-¿Solar?... Ese era tu nombre, ¿verdad?.
Ella me miró cómo si hubiera visto a un ángel, se puso de pie y se lanzó a mis brazos.
Solar no dejaba de llorar, yo pasaba mis manos por su espalda y la abrazaba lo más fuerte que podía pero sentía que era en vano. Nunca supe cómo consolar a la gente, esa fue siempre una de mis grandes deficiencias.
-Solar... Está bien- Decía- Eh... Estoy aquí, estoy aquí...
Me sentía como una idiota diciéndole eso si apenas nos habíamos visto una vez en la vida, pero parecía estar funcionando. Solar se comenzaba a calmar entre mis brazos.
Estuvimos cerca de 20 minutos abrazadas, hasta que Solar se calmó, se secó las lágrimas y me regaló la sonrisa más bella que había visto en la vida.
-Muchísimas gracias.
Dijo.
Y sentí que mi corazón había dejado de latir, pero aún casi sin aliento fui capaz de mencionar palabra.
-D-De nada.
Dije, y sentí como terminaba de caer en un pozo sin fondo... Uno llamado amor.
~~~
Nos leemos luego.
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Relatos de una letrista. [Wheesa]
FanficJung Wheein es una licenciada en literatura sin trabajo que se encuentra con personajes varios en su largo viaje por encontrar su inspiración.