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-Minhye ¿Has dormido bien?-Me preguntó el doctor Jung Jaehwi mientras revisaba con su linterna mis pupilas, pero se encontró con esos ojos estilo, y aparte que el estar enferma me hace estar así.

-Si-Asentí, aunque mentí.

-¿Has estado comiendo bien?

-Pues si.

-A la hora de ingerir la medicina ¿Sufres mareos?-Preguntó a lo que asentí.

-Muy bien, gracias, ten buen día.-Dijo y me ayudó a pararme de la camilla.

Le hice una reverencia, y la enfermera me llevó a las cabinas.

Estaba preocupada por Donghyuck, ya hace una semana que sucedió sobre lo de los retos, y no salía ni a la sala de recreaciones, ni mucho menos al jardín.

Sus persinas se mantenían cerradas.
Supuse que el ya había sido dado de alta.

Lo extrañaba.

Dediqué a dormir toda la tarde, el medicamento era muy fuerte que hasta la cabeza me dolía.

Desperté y ahí estaba mi papá de nuevo, ya era la hora de la comida.

-No me olvidaste.- Dije para después sonreír.

-¿Como voy a olvidarte?- Se acercó y tocó mi mejilla, sus manos estaban frías.

-Vaya, estás helado.-Dijé

-Si, ha estado muy frío el clima.

Comencé a comer lo que había en mi charola, era puré, agua y sopa.

Mi papá me hablaba pero yo seguía pensando en Donghyuck, no quería ser egoísta pero me sentiria extraña de que el ya no estuviera en el hospital, lo extrañaba demasiado, pareciera que en tan poquito tiempo he sentido cosas por el.

Jamás había experimentado el sentir algo por alguien.

Es difícil tenerlo tan cerca pero a la vez tenerlo lejos lo es igual.
Quisiera saber donde estaba, tan preocupada me tenía, no quería que le pasara absolutamente nada, no quería que sufriera

-Minhye ¿Estás bien?-Mi papá me tenía agarrada mi cara, el frío me sacó de un trance.

Noté mis mejillas y ojos que estaban húmedos.

-Extraño a alguien demasiado y no es quien tu piensas, es quién salió de la nada y me hace pensar el todo de la nada, estoy hecha un desastre-Dí un sollozo.

Mi papá no comprendía.

Había llegado el día siguiente, las enfermeras habían dicho que haríamos algo en la sala de recreaciones, yo como siempre estaba un poco desanimada.

Cuando íbamos por el pasillo la enfermera Kim Gahyeon me daba pequeños cariños en el hombro, ya que me veía más triste de lo normal.

-Minie ¿Que sucede?-Preguntó.

-Esta todo bien.

-Solías hablar cuando ibamos camino a la sala.

-En serio, todo esta bien.

-¿Extrañas a alguien?-Volteé a verla algo exaltada a lo cual ella rió.-Por tu expresión creo que acerté.

-Eso creo.-Reí.

Entramos a la sala y visualicé a mis amigas pero no sólo a ellas...

Ahí estaba Donghyuck.

Jamás había sentido tanta felicidad en mi, sonreí en una sonrisa abierta.

-¿Quieres ir con el?-Preguntó la enfermera animada.

-¡Si, si, si!-Asentí varias veces, ella solo me dió una sonrisa.

Vaya que parecía una nena de cuatro años de edad.

Cuando nos fuimos acercando su cara de cansancio era más notable, se podian ver sus ojos cansados y sus labios morados.

Lo mejor de todo.
Un serio Donghyuck estaba escuchando la plática de Taesoo pero al verme su semblante cambió a una muy linda sonrisa.

Me acerqué para abrazarle, salí de la silla para incarme enfrente de él, lo extrañaba tanto.

-Minhye, te extrañé mucho.-Dijo bajo.

La felicidad irradiaba de mi cuerpo.

-Donghyuck, te extrañe mucho más.-Contesté para él, podía sentir su sonrisa a un costado de mi mejilla.

No importaba el mundo, no sentía otra cosa que él rodeandome con sus brazos.

Mis lagrimas me traicionaron y se mostraron. El se separó de mí al escuchar un sollozo y me tomó de la cara.

-Minhye no llores que te vez fea.-Dijo.

Reí, ahí estaba su humor.

『sɪɴ ᴛɪ ɴᴏ ᴘᴜᴇᴅᴏ ᝰ ʜᴀᴇᴄʜᴀɴ』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora