Tercer Paso

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<<Resolvimos confiar nuestra voluntad y nuestra vida al cuidado de Dios, según nuestro propio entendimiento de Él.

Tercer paso de A.A>>

La imagen de la noche del miércoles no desaparece de la mente del pelirrojo. La mirada triste de Cartman y sus mismas palabras se reproducen una y otra vez. Kyle prefiere pensar que eso se debió a el alcohol, después de todo muchos alcohólicos se vuelven melancólicos gracias al brebaje.

Pasó un jueves entero pensando en ello, aún cuando sabe que no es su asunto. El viernes no es muy diferente. Pero tiene otra cosa más en mente.

La noche está llena de estrellas que alumbran en un hermoso cielo azulado. Hace un poco de calor y los locales se encuentran repletos de gente. Kyle termina el papeleo cuando una mano se posa en su hombro.

-¿Ya terminas?- pregunta una melosa voz.

Los delgados dedos masajea el hombro y espalda del pelirrojo.

-Casi...

Esta noche tiene una cita, algo que necesita después de tanto estrés con el trabajo. Y que mejor que una compañera del mismo. Una mujer con un agraciado cuerpo y una brillante melena rubia.

La mujer no tiene apego por el compromiso, por lo que resulta una buena opción a la hora de desahogar las frustraciones sexuales.

Tararea mientras juega con los rojos rizos de Kyle, su melodiosa voz relaja al mismo. Es una gran mujer, lástima que no se pueda realizar una relación seria con ella, Kyle intento, intento bastante. Pero, al final, quedaron como ocasionales compañeros sexuales.

-Listo.

Acaricia el hombro y la espalda de Kyle. Le entrega una picara sonrisa.

-Perfecto.

Entrelazan sus manos.

[...]

Sus labios tiene una combinación perfecta e intoxicante de varios sabores que Kyle no se molesta en descifrar. Es fiera, muerde sin culpa y mueve su lengua maravillosamente, Kyle se siente derretirse con el beso.

Sus recuerdos están nebulosos; no recuerda donde fue y cuando volvió a su departamento, pero ahora le da completamente igual.

Las uñas de fantasía de clavan en la nuca de Kyle. Ambos están embriagados por el deseo carnal, y el anhelado climax se aproxima.

El beso se rompe y Kyle retrocede para admirar a su acompañante, cual lasciva obra de arte, pero el ambiente de excitación se rompe al observarla.

Las hebras rubias se tiñen de un oscuro castaño y los ojos azules consumidos por el libido se transforman en unos nostálgicos y decepcionados ojos miel. Ahora no es su querida compañera la que ve, es Cartman.

Libera un quejido y suelta a su amante, quien se sorprende por el ruido y el repentino fin del movimiento. Kyle la observa con horror, alejándose de ella.

-¿Kyle?

Incluso su voz cambia, es lúgubre y cansada. Su amiga intenta tocar su brazo, pero la aleja como si su manos quemara. Empieza a hiperventilar, la ilusión lo mira fijamente.

No es el único que está asustado; la mujer comienza a sufrirlo, nunca pasó nada semejante con Kyle. En un acto de desesperación agarra con fuerza el brazo de Kyle quien chilla.

-¡Kyle!, por Dios, ¿¡Qué pasa!?.

La voz preocupada y pavorizada de su amiga lo atrae a la realidad, Cartman desaparece. Kyle respira aliviado por ello.

Doce pasos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora