My First Love [Editando]

Capitulo 32 "He is not Masahiro"

Cansancio, eso era lo que experimentaba el joven rubio quien llegaba de un día de presión, con más razón las ganas de ir a sus asesorías en la tarde se desvanecían.

Pero el pequeño pelinegro había insistido mucho en que el rubio fuera, debido a que se acercaban los exámenes de ambos y necesitaban ayuda de alguien, siendo más específicos, del hermano del pelinegro

De repente un escalofrío recorrió su cuerpo y su novia pareció notarlo.

-¿Masahiro-kun?-Dijo ella tomando con más fuerza la mano del de ojos verdes.

El rubio pareció notarlo y se detuvo por un momento.

-¿Pasa algo? Te noto un poco raro.

-No es nada solamente pienso en que se acercan los exámenes-Respondió el más alto con una sonrisa algo forzada.

Satou pareció recordar aquello y le dio una sonrisa.

-Si quieres podríamos estudiar juntos.

-Suena bien-Dijo Masahiro pensando que esa sería una buena excusa para no ver de manera solitaria al autor de sus pensamientos.

Satou viendo que su novio lo estaba pensando, soltó sus manos y las posó detrás de la cabeza del rubio al mismo tiempo que se acercaba a darle un beso.

El otro acepto aquel gesto.

Al sentir aquellos labios delgados encima de los suyos, el rubio no pudo evitar compararlo con el que se había dado con su profesor anteriormente.

No es que fuera desagradable, pero se sentía algo vació, hacia falta algo,tampoco es que el de su profesor hubiera sido mágico pero aunque sea había algo más de chispa. 

Si tenía que decir cual había sido el beso más real que había tenido, debía mencionar aquel dado por aquella persona que amo por primera vez, solo con él pudo sentir un cosquilleo, felicidad inmensa y el no querer separarse aun cuando se acabara el oxigeno.

Un poco triste, se separo de su novia y tomo su mano para ir a dejarla a su casa.Una vez que estuvieron ahí, el rubio prometió ir por ella más tarde a lo que ella accedió aún con la intriga de que es lo que le estaba pasando a su novio, aún así decidió que lo mejor era dejarlo ir sin preguntarle más.

Cuando la puerta de la casa Kusama se cerro, el rubio dio la vuelta con lentitud y con pasos pesados camino hasta llegar al puesto de comida donde trabajaba. Una vez ahí, se puso el mandil de forma inconsciente y empezó a preparar la comida.

"Desde lo que paso el otro día, no he podido dejar de pensar en Kousuke-san"-Pensó el rubio mientras cortaba y echaba aquello en una olla con agua-"¿Qué fue... eso? ¿Por que lo hizo? ¿Acaso él...? No, imposible, me dejo en claro que no sentía nada por mi. Debe ser otra de sus estúpidas bromas, solo buscando molestarme. Aun así no entiendo por que me afecta, yo tengo novia, él y yo no somos más que subordinado y...maestro"

Tan fuera del mundo estaba, que el agua de la olla estaba por escurrirse debido a que ya tenía tiempo hirviendo, sino fuera por uno de sus compañeros de trabajo.

-Setagawa....Setagawa...¡Setagawa-kun!-Grito su compañero mientras le bajaba al fuego de la estufa.

Aquello pareció sacar de su ensoñación al rubio quien algo perdido miro a su compañero quien estaba escéptico por el actuar del ojiverde.

-¿Qué... Qué fue lo que paso?-Pregunto con confusión hasta que vio que la olla estaba por derramarse- ¡Ah! Yo... Dios... Debo limpiar eso...Voy por un trapo.

-Aquí lo tengo-Respondió el otro extrañado mientras le mostraba el trapo-Yo lo limpio, mejor deberías ir por platos para servir esto.

-Ah...Si.