My First Love [Editando]

Prólogo: "That smile"

El adolescente de brillantes ojos color esmeralda contemplaba como su madre se iba con otros de sus tantos clientes, se volteó y dirigió a su cuarto resignado, de nuevo.

¿Cuántas veces llevaba su madre haciendo esto?

Sinceramente ya había perdido la cuenta, desde que tenía memoria, todas las noches su madre salía con un determinado número de personas y muchas veces no volvía hasta después de semanas.

Pero en una de esas ausencias conoció a un chico, actualmente este chico era su mejor amigo, el único que lo entendía.

Lo había conocido en una de las tantas ausencias de su madre, la cual, hasta la fecha, seguía siendo la vez que más se ausentó.

Él apenas tenía 5 años, se encontraba regresando de la escuela completamente solo cuando unos pandilleros se acercaron a él.

{Flashback}

El frío se colaba por todo su cuerpo, el suéter desgastado que traía no era suficiente para evitar que todo su ser temblará debido al esfuerzo que hacía su organismo por mantenerse estable.

Su madre llevaba ya una semana sin ir al departamento, se le había acabado el dinero a pesar de lo mucho que trataba de que éste rindiera, no gastaba más de lo necesario y, en la comida, cocinaba sólo lo suficiente para él.

Aunque, para él, suficiente era agua y ramen una vez al día.

Iba a la mitad del camino cuando unos vándalos se acercaron por detrás, siguiéndolo muy de cerca.

"¡Maldición! Seguramente quieren dinero y no tengo nada en mi bolsillos, o tal vez piensan secuestrarme o algo así... Aunque no es que me importe mucho, creo que mi madre ni siquiera se daría cuenta de mi ausencia... Tal vez fuera lo mejor..."-Pensaba el de piel pálida con pesimismo.

-¡Oye!-Grito un chico alto con muchos collares y una mirada seria logrando que parará.

-¿Sí?- Respondió él, volteandose de manera muy cuidadosa.

-Te hemos visto muy solo y triste, pensábamos ayudarte a que estés más feliz-Dijo el delincuente acercándose más a él.

El niño estaba que temblaba preso del pánico pues definitivamente sabía ahora que no quería eso.

No quería dedicarse a una vida involucrada con esa gente, gente que no tenía las mejores intenciones.

Al analizar a todos y ver sus expresiones de felicidad pero a la vez de maldad, se puso tan nervioso que tuvo que dar dos pasos atrás por instinto, hasta que lo acorralaron dejándolo sin escapatoria.

-Obviamente esto no será gratuito, deberás ayudarnos en todo los que te pidamos.

-Pero yo...-Trato de decir con nerviosismo el más pequeño.

-Aunque viéndote bien, eres demasiado delgado para golpear e inclusive en tu carácter se evidencia que eres demasiado callado, casi pareces una chica... ¡Ah! ¡Tengo una idea! Tu serás como la chica del grupo, nos alimentarás, traerás los mandados e inclusive-Dijo el más alto acercándose de manera peligrosa al mismo tiempo que lo tomaba de la mandíbula y acercaba su rostro hasta casi rozar sus labios-Satisfacernos en nuestras necesidades como hombres.

-Pero... Pero... Yo...-Tartamudeo el más bajo poniéndose de color carmesí pues tenía miedo, mucho miedo.

-¿Lo ves? Así pareces una bella chica con el cabello tan sedoso, y justamente el castaño es mi favorito-Dijo el mismo sujeto ahora tomándole su cabello y acariciándolo con unas segundas intenciones muy notorias-Dime niño,¿sabes hacer algo de lo que te dije?