Trillizas Payne #2 "¿17 otra vez?"

Capítulo 5.

Narra _____.

En el momento en que Louis entró en el ascensor, algo impresionado, su expresión lo demostraba, sus ojos se clavaron en mí, me observó intensamente durante unos segundos y luego volvió la vista a la mía.

-Has vuelto.- gesticuló casi incrédulo.- Te vi, pero no creí encontrarte aquí.

-Así es.- asentí con la cabeza, como si del anuncio de una muerte se tratara, esto era jodidamente incomodo, no sabía cómo actuar, es el novio de mi hermana, ¿qué hago frente a eso?

-Joder _____, ¿por qué te has ido?!- exclamó con rabia, pero sin cambiar su posición, estaba recto con las manos en sus bolsillos y la cabeza gacha.  

-Me cago en las mil putas, Alex es la que debe darte explicaciones, ella es tu novia.- me excuse.

-Pero lo eras tú! Tú eras mi novia…- no pudo continuar, ya que el elevador se detuvo y las puertas se abrieron.

-Déjalo Louis, ya está.- me encogí de hombros y Salí.

-No!- gritó siguiéndome.- No está, siempre solucionas todo con un “déjalo, ya está”, pero no es así, joder _____! Solo dime por qué te has ido!

-Louis no hagas un escándalo aquí, las personas no deben enterarse de lo que pasa entre nosotros.- mi ceño ya estaba fruncido, traté de mantener la calma, pero Louis ya me había hartado.

-Me importa un jodido coño lo que piensen o digan. Solo quiero saber ¿por qué te has ido?- su semblante estaba duro, y lo hacía verse jodidamente sexy.

-Ya capullo! Es suficiente, ve a tocarle los cojones a Alex.- dije para luego volver a caminar fuera de la residencia.

-No puedes huir siempre.- me tomó el brazo, impidiéndome seguir avanzando.

-Suelta!- trate de sonar calmada, pero no obedeció.- Suelta cabrón!

-No siempre podrás hacerte la idiota con esto.- sus ojos se aguaron y soltó mi brazo, por lo que de inmediato retome mi camino, encendiendo un cigarrillo. Cuando estuve en el carro comencé a conducir a casa de Adam, con la intensión de solucionar lo de la vez anterior, ya que no lo había hecho.

-_____, ¿cómo va?- sonrió cuando abrió la puerta, besó mi mejilla y se hizo a un lado, para darme paso a la casa.

-Todo bien.- contesté sentándome en una silla, ya que Adam estaba comiendo.

-¿Quieres?- apuntó su plato antes de volver a sentarse.

-Estoy bien gracias.- él asintió y se sentó.

-Bueno dime, ¿qué te trae por aquí?- dio un bocado de su pasta.