Lo que nunca se debe decir

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De regreso a casa, Alejandro solo pensaba en Fernanda, en como alguien como ella se fijaría en alguien como el. Ella es extrovertida, atenta, impulsiva, y muy buena persona, y el es... pues es el. Un niño que toda su vida se la ha pasado en los hospitales, un niño con demasiados problemas para su edad, primordial mente de la vista, ya que el había visitado a casi todos los centros oftalmológicos de su estado, de un lugar a otro, de un doctor a otro, de buenos tratos a regaños sin sentido por parte de doctores in-experimentados, y sobre todo... desilusiones, desilusiones que se generaban por las palabras de los doctores que le cortaban el alma, palabras que podían desembocar en un gran problema en un niño como el, y que lo hicieron casi sin demora.

*Flashback*

Doctor.- Señora, lamento decirle esto...pero su hijo no esta mejorando con su vista, al parecer su problema es demasiado avanzado, los equipos que tenemos no pueden hacer mucho por el.

MDA.- oh... creo... creo que puedo entenderlo, pero no se si el lo entienda.

Doctor.- Su hijo es fuerte, ha soportado muchos problemas a lo largo de su corta vida, creo que puede soportar una noticia así.

La mamá y el doctor salieron del cubículo para dirigirse inmediatamente con el niño de tan solo  10 años de edad.

MDA.- Hijo, hay algo que debo decirte. Se que eres un niño muy fuerte y que te lo podras tomar de la mejor manera.

El niño, que estaba jugando con su celular, al oír esto puso un 100% de atención en su madre que parecía estar demasiado nerviosa.

MDA.- Lo que pasa es... es que tu no estas mejorando, tu vista sigue igual, y no hay mucho que hacer.

Alejandro.- Pero... ¿pero y todo lo que hice?, ¿todo lo que soporte?, ¿todos los estudios que viví?. ¿No sirvieron de absolutamente nada?, ¿es en serio que después de todo lo que hice, todo lo que sufrí, por todo lo que pase para que se realizaran esos estudios, fue en vano?.

Alejandro no pudo con ese choque de emociones tan repentinos, que simplemente, comenzó a llorar, llorar sin siquiera saber cual era la razón exactamente, si el hecho de que no vera bien nunca, o de sus tantos esfuerzos en vano, o de que todas sus posibilidades se fueran en un instante.

Alejandro.- ¿por que?, ¿por que tengo que estar sufriendo esto yo?, ¿por que no puedo ser un niño normal? - Alejandro, entre jadeos de desesperación y voz entrecortada miro a su mamá - ¿qué hice mal? 

MDA.- Nada - La mamá tratando de consolar a su hijo lo tomo entre brazos, hablándole con voz baja - no hiciste nada mi amor, no es tu culpa.

Ambos se encontraban llorando en medio de la sala de estar, abrazados, y sin nada que decir.

*De regreso al presente*

Los ojos de Alejandro se llenaron de lagrimas al recordar ese momento.

MDA.- Cariño, ¿estas bien?. 

Alejandro.- ¿Ah?, o si, si, estoy bien *se frota los ojos* solo, solo extraño a Fernanda - Alejandro miente.

MDA.- Pero cariño, los volverás a ver, ademas tienes su Skype, su pueden ver todos los días que quieran.

Alejandro.- Si, tienes razón. 

Alejandro le lanza una sonrisa a su mamá que es devuelta con un beso en el aire de su madre.

MDA.- falta muy poco para llegar, ¿estas listo?.

Alejandro.- siempre.

my fuck*ng lifeWhere stories live. Discover now