Prisionera de tus rejas

Hola?! Hay alguien?!

Ella era castaña, era un alma al que su corazón estaba engañando, ella era fuego, fuego, que si le hacías mal, desaparecía, ella no sabía a quien querer, pues la gente era mala.
Todo estaba oscuro, Hermione Granger, apareció en húmedo suelo, de una sala con una ventana llena de barrotes; y en la puerta también.
-Hola?! Hay alguien?!
Una linda joven pelirroja, con una piel pálida unas lindas pequitas, estaba atada por unas cadenas, al igual que la castaña, sentada en el suelo apoyada en la fría pared
-Hola Hermione...
- Ginny, donde estamos amor?
- No lo se Herms, esto no me gusta...
- Cuanto tiempo llevamos aquí?
- Aproximadamente unas dos semanas, creo *mirando a la pared, donde había echo unas rayitas en señal de los días que llevaba*
- Joder, quiero saber que es esto de una puta vez!
- Herms! Cálmate! Es inútil! Lo e intentado estos días, nadie vendrá, tengo mucha hambre, me dieron de comer tres veces!
- Ginn... Perdón por gritar... es que no... quiero verte así...
- Estoy bien Herms, esto no es peor que decirle a nuestros padres que somos... tu sabes ... novias.
- *sonríe* Ya...
Ginny ve como su novia tiembla, le duele verla con frío, mira sus cabellos ondulados cayendo por sus hombros, sus fríos y delicados hombros...
- Tienes frío?
- Sí... ❄️
- Lo sé, yo también, te acabarás acostumbrando...