Parte 2

356 57 5
                                    

Año 2035

En una cafetería se encontraba sentado un hombre de unos 80 años aproximadamente, éste tenía el cabello blanco como la nieve y un bigote un tanto peculiar, usaba lentes, pero se podían notar sus hermosos ojos color azulado.

El hombre se veía impaciente, miraba el reloj de su muñeca cada cinco segundos, al parecer esperaba a alguien, alguien que se tardaba mucho.

“¿A qué hora se le ocurrirá llegar?”

Frente al señor de ojos azulados se sentó otro hombre un poco más joven que el del peculiar bigote, éste tenía el cabello canoso, ojos de color esmeralda, su rostro era pecoso y tenía el cabello entre canoso y con unas pocas mechas verdosas.

“¿Podrías decirme quién eres? y ¿Por qué me citaste?” Dijo serio el señor de lentes.

“Sabe, esta es la cafetería donde mis padres se conocieron usualmente vengo con mi esposa y mis nietos” Dijo el hombre de ojos esmeraldas.

El otro hombre lo observó extrañado, ¿quién diablos era y por qué se le hacía tan conocido ese color de ojos?

“¿No me recuerda?” Dijo sonriendo el hombre, se veía que era muy amable “Es natural, tenía 16 años la última vez que me vio, señor Yamada”

El hombre de ojos azulados, ahora si estaba más perdido ¿16 años? ¿Quién era?

“Yo lo reconocí enseguida a pesar de que han pasado 54 años de la última vez que lo vi” Dijo frunciendo el ceño, pero no se veía en absoluto enojado.

“Lo siento, pero sigo sin recordar quien eres…” El pobre seguía intentando de recordar al hombre pecoso.

“Soy el pequeño Izuku, hijo de su amigo Shota Aizawa” Dijo soltando un suspiro el pobre Izuku.

“¡Izuku! ¡Qué viejo estás! ¿Cómo esperabas que te reconociera?” Dijo Yamada feliz de volver a reencontrarse con ese adolescente, aunque ya no lo era.

“¿Viejo? Tan solo tengo 70 años” Dijo Izuku intentando sonar ofendido.

Y así fue como continuaron hablando por horas hasta que Yamada no aguantó más y dijo “¿Dónde está Shota y por qué desaparecieron de mi vida luego de mí boda?”

Izuku se quedó callado, ya era hora de decirle a que había venido “Mi padre murió hace una semana”

Hizashi sintió que le quitaron una parte de su alma, su mejor amigo había muerto y él no sabía.

“Antes de morir, me dio esta carta… se supone que se la iba entregar después de su boda, pero no se atrevió” Dijo Izuku triste mientras le entregaba la carta.
Yamada agarró la carta, pero antes de leerla, Izuku dijo serio “No juzgue a mi padre luego de leerla”

Hizashi sorprendido por las palabras y la expresión de Izuku, comenzó a leerla.

Luego de unos cuantos minutos que fueron una eternidad para Hizashi al fin pudo volver a la realidad, pero no podía parar de llorar y lo único que podía decir era “Lo siento”

“Señor Yamada, quiero decirle que mi padre lo amó hasta su último respiro” Dijo con los ojos llorosos Izuku recordando a su padre.

“Su última palabra fue: Te amo Hizashi” Dijo a duras penas Izuku.
Ambos se quedaron callados mirándose mutuamente, ya no había más que decir, Izuku ya había hecho lo que su padre le había pedido, era hora de irse con su familia.
…………………………………………………………………………………………..

Me encontraba sentado en el sofá de mi living recordando el día en que al fin le había confesado mis sentimientos a Shota, es gracioso, yo nunca olvidé lo que pasó, ni siquiera estaba ebrio, le mentí al amor de mi vida pensando que si se enteraba de que estaba en verdad enamorado de él podía perder su amistad.

Yo nunca amé a mi esposa, por algo me divorcié, solo existía Shota en mi corazón, después de todo lo amo desde el primer día en que te vi.

Cuando les dije que amaba a Nemuri desde los 13, era mentira, yo solamente quería ver tu expresión, quería saber si sentías algo mi…

Es gracioso, ambos estábamos perdidamente enamorados y no fuimos lo suficientemente valientes para decirlo en voz alta… si te lo hubiera dicho, tal vez nos hubiéramos casado ya que ahora es legal, tendríamos una casa y tú hubieras fallecido en mis brazos y no solo en tu cama.
Pienso en todas las citas que pudimos haber tenido cuando éramos adolescentes, como hubiera sido nuestro primer beso, uno dulce y tierno, uno donde no estuviéramos en un bar.

Si lo hubiera sabido te habría protegido, porque aunque siempre me vieras sonriente era porque tú estabas en mi vida… porque de noche tenía miedo del mañana, sufría constantemente el quedarme callado y no decirte que era homosexual, y que te amaba con locura.

Cuando desapareciste de mi vida me iba a suicidar, eras mi pilar, tú eras lo único bueno en mi vida, solamente tú me hacías sonreír de verdad, las miradas que me dabas, las palabras de aliento que me decías para que cumpliese mi sueño… tú lo eras todo.

No lo hice por cobarde, no lo hice porque algo en mi me decía que debía vivir…

Cuando te encontré después de 4 tortuosos años sin verte, me dijiste que tenías un hijo… un hijo, pensé inmediatamente en que jamás me verías como algo más, después de todo eras heterosexual.

Sabes, cuando estaba casándome quería que detuvieras la boda y que me llevases a otro lugar, para estar siempre juntos, como tendría que haber sido.

Me destroza saber que hubieras preferido ser mujer, y que en tu vida siguiente vida deseas serlo, mi querido Shota, cuando te vuelva a ver me importará una mierda si eres mujer u hombre, tú serás mío.

Sé que me están intentando llevar las parcas, solo una cosa voy a decir “En nuestra siguiente vida ¿querrías casarte conmigo?”

Lo que se nos ha dadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora