Una hermosa, pero triste historia de amor

Capítulo 4. Mis días después de un desamor

Entre las prioridades de mi vida el amor o el amar nunca fue una de las más importantes, pero lo que me pasó en ese entonces fue algo doloroso y no lo digo porque sea un sensible, sino porque a quien no le va a doler que la primera vez que se enamora nada resulte como se quisiera.
Los días siguientes de que Abigail sin saberlo me hiciera pedazos el alma fueron un tanto difíciles,  pero le asegure que ella y Ricardo estarían juntos e hice todo lo posible porque así fuera. Siempre demostré una felicidad  quizás engañosa ante ellos dos, después de esto, pasaba varios momentos de  mi vida pensando en que hubiese pasado si yo le hubiese confesado a Abigail que estaba enamorado de ella, quizás hoy estaríamos juntos o quizás hubiese destruido una de las amistades más sinceras que he tenido, sin embargo sé que indirectamente esa fue mi primer historia de amor aunque no terminó como pensé, pero en parte me alegra que la vida así lo haya querido pues si no hubiese sido así no habría tenido el privilegio de vivir la hermosa pero triste historia de amor que me tocó vivir.
Es difícil estar feliz o normal cuando se está destruido por dentro, fue difícil ver a Ricardo y Abigail juntos, pero me sentí orgulloso y feliz porque fui yo quien los unió, bueno en parte. Nadie conocía esta historia más que Ricardo, la vida, el destino, mi esposa, yo y ahora ustedes que la están leyendo, después de tantos años este es un recuerdo triste que el amor me dejó, pero quizás esto me tocó vivir para encontrar a quien fue, es y siempre será mi gran amor. Ya se podrán imaginar cómo me sentía en ese entonces, pues era joven y era la primera vez que me enamoraba, las canciones tristes y de desamor no me hicieron falta por un buen tiempo, ya saben esas canciones que te hacen hundirte más  en la depresión, escribí un montón de cartas no sé si para el destino o para Abigail; expresando lo que sentía adentro de mi ser, me la pasaba casi todo el tiempo solo, después de ello, cuando miraba o me contaban una historia de amor me parecía absurda y les confieso deje de creer en el amor por un buen tiempo, yo sabía que el destino tenía a alguien preparada para mí, pero ya saben; cuando uno está triste le gusta hacerse el mártir. Como ya les comenté desde aquella tarde que Ricardo y Abigail se hicieron novios nunca más se separaron, pues hasta el día de hoy llevan ya varios años de casados, yo decidí hacer a un lado esas cursilerías y dedicarme a mí y a mis estudios, tengo muchos recuerdos de esa etapa de mi vida, y como bien dijo mi madre, que a esa edad, las amistades eran para siempre, pues Ricardo y yo llevamos ya más de 40 años de ser muy buenos amigos, y como dijo mi padre que nada es para siempre, el dolor del desamor se fue desapareciendo con el pasar de los días. Logré graduarme con honores y rehacer mi vida después de todo esto, quizás este exagerando pero así fue como viví esa bonita etapa de mi vida, que me dio mi primer amor de joven y de estudiante, pero así mismo mi primer desamor.