Puedo asegurar que fue cuando conocí a Abigail que me enamoré por primera vez, y se preguntarán de porque estoy tan seguro de esto, bueno déjenme contarles que con el pasar de la vida vas aprendiendo muchas cosas, cada día y en cada momento, cuando vi entrar por aquella puerta a Abigail sentí algo que nunca había sentido, pero que ya había escuchado, ya saben aquella famosa frase de sentir mariposas en el estómago, algo así sentí yo cuando la vi a ella por primera vez, me costó tanto ganarle a mis nervios y hablarle, pero después de ello, estar junto a Abigail se hizo tan necesario para mi, me imaginé tantos futuros a su lado, no quería conocer a nadie más y mucho menos estar con nadie más, pues con ella lo había encontrado todo, era esa combinación exacta entre timidez y belleza, la conocí tan bien que encajaba perfectamente en mi vida y fue muy difícil hacerme a la idea de que no podíamos estar juntos.
Una tarde, días antes de que ella y Ricardo se hicieran novios, salimos a caminar como de costumbre y de la nada empezamos a hablar sobre lo increíble que fue para ella el haber llegado a aquel colegio, que yo me atreviera a hablarle y el hecho de volvernos tan buenos amigos; ella, Roca y yo, esa tarde fue un tanto larga y dura, pues mientras me hablaba todo esto su sonrisa no se borro en ningún instante y fue difícil verla y no poderla besar, pero también fue una tarde maravillosa pues descubrí la historia de ella, Roca y yo desde otra perspectiva, sus palabras fueron tan elocuentes y me hicieron saber que de verdad era importante aprender a vencer el miedo, pues gracias a ello nos volvimos tan amigo, no la interrumpí en ningún momento y quizás por ello hablo tanto, no recuerdo todo lo que hablo pero si la mayoría de sus palabras:
Yo siempre había querido tener una amiga con la que podía contar en todo momento, estar con ella a cualquier hora, contarle mis sueños y mis miedos, alguien en quien confiar y que confiara en mi, sin embargo por todas las cosas que han sucedido en mi vida soy muy reservada, no tímida, pues me gusta ser extrovertida, pero por culpa de ello siempre he sido callada y distante a la mayoría de personas, desde que tengo memoria sólo ha sido mi abuela, mis dibujos y yo, bueno hasta ahora porque los tengo a ustedes dos y aunque son algo tontos, disfruto tanto de su compañía, nadie me alegra los días como tú y Ricardo y quizás por eso la vida nunca me dio a una amiga, porque quizás estaba buscando el momento indicado para cruzarnos en el camino. Siéndote muy sincera, me hace muy feliz y te agradezco de que te hayas atrevido a hablarme aquella tarde, de que me brindarás tu amistad y me presentarás a Ricardo, no tienes la menor idea de lo feliz que esto me hace y de lo importante que son para mi. También debo confesarte que jamás imaginé llegar a enamorarme de Ricardo y tenía miedo de que sólo fuera una ilusión.
Patrick, tú no eres esa amiga que anhele, eres mucho mas que eso, me pregunto porque siempre has sido tan tímido y callado, eres una gran persona y yo se que muchos disfrutan de tu compañía como yo. Jamás olvidaré aquella tarde en la que dibujada una monarca y dudoso te acercaste a mi, es un bonito recuerdo que tú y la vida han forjado en mi memoria, eres un gran amigo, te quiero, ah y en serio muchas gracias por ayudarme a que Ricardo se fijara en mi.
Me abrazo con tanta fuerza y sentimiento que hizo eterno ese momento, seguimos caminando y hablando de otras cosas y boberías, me encantaba pasar el tiempo con Abigail y fue en ese entonces que supe que tenía que saber aceptar las cosas de la vida de la mejor manera posible, pues aunque el destino quiso que ella fuera mi primer desamor, fue el destino quien me dio a la mejor de las amigas, fue ella quien organizo mi boda y fueron ella y Ricardo que estuvieron conmigo cuando el dolor más grande de mi vida llegó.
Un par de horas después nos despedimos y como siempre, camino a mi casa iba pensando sobre todo lo que había pasado y sobre todo lo que Abigail me había contado, me sentí muy feliz la verdad pues sabía que era importante para dos personas; para Ricardo y Abigail, y también pensaba en lo mucho que una persona puede cambiar para bien tu vida, de que todo en la vida pasa por algo y que cada persona ve el pasar del destino de una manera bastante diferente a las demás.
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Una hermosa, pero triste historia de amor
RomanceEn la vida existen distintas historias de amor y todos vivimos una muy distinta a cualquier otra. Patrick fue fiel participe de una hermosa pero triste historia de amor.