¿Por qué me dejaste aquí para que ardiese?
Soy demasiado joven para sufrir tanto.
Me siento condenado
mirando fijamente al techo,
contando heridas y
estoy intentando anestesiarlas todas.
¿Te importa, te importa?
¿Por qué no te importa?
¿Por qué no te importa, por qué no te importa
Tengo preguntas para ti.
Número uno:
dime quién te crees que eres.
Tienes mucha cara,
intentando desgarrar mi fe.
-Tengo preguntas-.
Número dos:
¿por qué intentaste tomarme por un idiota?