Capítulo 2: Esto se parece a ese cursi video de Taylor Swift.

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Capítulo 2: Esto se parece a ese cursi video de Taylor Swift.

Recapitulemos.

Les explicaré un poco más sobre mi vida para que entiendan la magnitud del problema de que besé a uno de los gemelos Holt y no sé quién fue.

Cuando tenía 8, mi mamá me puso la película de Pocahontas por primera vez. Creo que lo que en realidad quería era que me despejara un poco por todo lo que estaba pasando con mi papá. El punto es que me enamoré de la historia de esa morena llena de carácter que se enamora del apuesto chico rubio de ojos azules tan paciente, aventurero y curioso. Yo soñaba con un chico así, y sí, solo tenía 8.

Estaba encantada con esa historia, amaba la pareja y soñaba con encontrar a ese príncipe de cabello rubio y ojos azules. Entonces bajé a la cocina por más palomitas y empezar Pocahontas 2 cuando me asomé por la ventana y vi a una familia mudándose a la casa de al lado.

—¿Qué pasa, abuela? —pregunté. Mi abuela Gi se acababa de mudar para ayudar a mamá.

—Oh —dijo ella, entendiendo el problema—. Es una familia nueva. Van a vivir ahora aquí al lado. Son nuestros nuevos vecinos, hay que ser buenos con ellos.

Me incliné un poco más.

Una guapa señora de cabello rubio, largo y sedoso con apariencia de la más fina princesa bajó de un auto. Cargaba ropa sencilla y tenía una enorme sonrisa. Un señor atractivo y castaño apareció detrás de la cajuela con dos cajas que se miraban pesadas.

—¿Te ayudo? —le preguntó la señora al hombre. Él negó, se acercó a ella y depositó un beso en su mejilla.

—No, ve a buscar a los chicos mejor.

—De acuerdo. —La señora desapareció en la casa nueva y volvió con tres chicos que parecían estar haciéndose muecas y riéndose a carcajadas—. Chicos, compórtense por favor.

Me fijé mejor en los tres chicos. Dos de ellos... eran iguales; eran gemelos. Tenían el cabello rubio y lleno de rizos tan despeinados que les caían por toda la frente. Sus ojos azules eran chispeantes y profundos como el mar. Fue una revelación; mi John Smith estaba ahí, afuera de mi casa. Supe de inmediato cuál era el gemelo para mí: tenía una linda sonrisa, justo como John Smith. Le sonreía a su hermano gemelo que solo lo miraba con el ceño fruncido y los labios apretados. No me agradó al instante, por más prejuicioso que eso haya sonado. ¡Tenía 8 años!

—Wow, ellos parecen de tu edad, Ariana.

El otro niño se veía menor que ellos y era muy diferente físicamente. Tenía el cabello negro azabache, pero compartía el mismo color de ojos. Se parecía más a su papá.

Así fue cómo conocí a la familia Holt.

La mamá era Cassidy Kennedith y el papá Dave Holt. El hijo menor se llamaba Reed Holt. Después descubrí que los gemelos se llamaban Chase y Caleb. A diferencia de todo el mundo, nunca tuve problemas en diferenciarlos. Chase era sonriente, simpático y un amor de persona. Me hacía sentir mariposas en el estómago y mi corazón latía a altas velocidades. Caleb siempre miraba todo como si fuera un rompecabezas, cargaba sonrisas burlonas y me daban ganas de golpear algo con él alrededor.

A pesar de que éramos vecinos, nuestra amistad se limitó a jugar en la misma calle con los otros niños de la cuadra. Aunque sabíamos quiénes éramos en la escuela, no es como si mantuviéramos contacto y nos frecuentáramos para ir al cine o lo que fuera. Compartía clases con Caleb, pocas con Chase —pero eso no afectaba que lo acosara en los pasillos— y Reed iba en primer año de instituto, así que lo saludaba y ayudaba siempre que podía. Era todo.

The trouble with kissing twins [TTWKT]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora